Seguritecnia 482
SEGURITECNIA Enero 2021 67 Opinión sociedad. Además, esta nueva situación incide en la necesidad de una visión co- lectiva, amplia e integrada a la hora de establecer medidas, soluciones o pro- gramas. De poco sirven los planes cen- trados en la protección de un sector, de una instalación concreta o una actividad determinada. La interacción entre las distintas ac- tividades conlleva que cualquiera de ellas precisará de todas las demás, de los servicios de comunicaciones, del suministro de energía o de agua, de los medios de transporte, de las ins- talaciones sanitarias… Y, por tanto, la afectación de alguna de ellas colocará en una situación de grave riesgo aña- dido a todas las demás. Protección de plantillas Aun siendo obvio, es recomendable re- cordar en todo momento que la CO- VID-19 no afecta de manera directa a las infraestructuras, a los sistemas, las insta- laciones o los procesos; afecta a las per- sonas. Por lo tanto, la protección a las personas es una prioridad absoluta en los procedimientos preventivos a desa- rrollar e implementar. Aquellas infraestructuras que incluyen en su actividad el trato al público, difí- cilmente serán capaces de cuidar a sus usuarios si no son capaces de proteger a sus propios equipos. En cualquier caso, y para cualquier actividad, resultará difícil mantener la continuidad en la operación para aquellos que no logren alcanzar es- tándares de salud en sus plantillas (cum- plimiento práctico y estricto de los pla- nes sanitarios con la dotación de medios adecuados). Y que en el caso de la segu- ridad de la aviación civil en México debe partir del estricto cumplimiento de las cir- culares obligatorias CO SA-09.1/13, “que establece el Plan de Emergencia de la Aviación Civil ante eventos de importan- cia en Salud Pública”, y CO SA-17.18/20, de “directrices para la aplicación de medidas de contingencia de seguridad de la avia- ción durante la pandemia de COVID-19”. Con todo, la única medida real con- trastada de contención que se tiene hasta hoy es el uso correcto de la mas- carilla. Añadido a esto, el aseo constante de manos, el uso de gel antibacterial, los productos sanitizantes y la ventilación de espacios cerrados son las medidas bási- cas para la contención del virus. Asimismo, hay que tener en conside- ración que existe hasta un 80% de per- sonas que son casos asintomáticos pero que sí son capaces de contagiar a otras. Principalmente, las cadenas de conta- gio son por actividades de riesgo de tra- bajo, que te colocan en una exposición directa, o por actividades individuales en las que se vulnera tanto la autoseguridad como los eventos sociales. Planes de protección Teniendo en cuenta lo anterior, la pro- tección de plantillas constituye el punto con un colapso en los sistemas sanitarios a nivel mundial. En sus aspectos más impactantes, la COVID-19 tiene la posibilidad de colapsar otros procesos de las cadenas producti- vas, indispensables para la supervivencia humana. Sin tener alternativas de con- tención del virus, es importante apelar a la empatía humana. La seguridad em- pieza en casa y en cada espacio donde desempeñas tu actividad profesional. El comportamiento del virus es tan impre- decible como el futuro de los estragos que genere a la humanidad. No sobre- vira el más fuerte ni el más inteligente, solo aquellos que tengan la capacidad de adaptarse a la presencia del virus sal- drán victoriosos de esta pandemia. La COVID-19 llegó para quedarse y tendremos que aprender a convivir con la infección y el impacto que nos herede a esta generación. No es la primera pan- demia que azota a la humanidad. Tam- poco será la primera crisis económica. Pero sí será la primera vez que tengamos la oportunidad de tener la dispersión del conocimiento y los avances a través de las nuevas tecnologías, lo cual tendría que tener un impacto positivo para que tanto la prevalencia como la mortalidad disminuyan. Visión colectiva En este escenario de absoluta incerti- dumbre, en el que la subjetividad de los pronósticos es difícil de aterrizar en me- didas concretas o planes de prevención realistas y ajustados, ni siquiera, al fu- turo más inmediato, considerar la afecta- ción a la continuidad de los procesos de protección en las infraestructuras críti- cas es tarea fácil. Pero con todas sus difi- cultades, es una necesidad tan ineludible como urgente. No se trata de garantizar ingresos, pa- trimonio o beneficios de intereses par- ticulares. Aunque la mayoría de las in- fraestructuras críticas son operadas por empresas privadas, las medidas enca- minadas a proteger su continuidad de- ben defender las actividades e instala- ciones que constituyen la columna ver- tebral de los servicios esenciales para la
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