Seguritecnia 490
Defensa y Seguridad El panorama no es alentador a priori , pero muy al contrario estamos en la me- jor de las posiciones para hacer lo que mejor se nos da: hacer de la necesidad virtud y con voluntad de sacar de lo im- posible lo tangible. Esto es hacer innova- ción desde el talento y la creatividad; lo que viene siendo innovación disruptiva. Lo cual no es otra cosa que pensar más y mejor, por no decir de forma transversal y sin rangos para hacerlo más rápido, en donde la creatividad sirva de acicate para la mejora, donde la meritocracia se vea en el talento, no en la edad o en la posición. Una creatividad que no es la que nos venden en los libros de autoayuda y con- sultoría de bellas corbatas y elocuentes gurús; sino la de la metodología y episte- mología que surge de nuestras cabezas, de una estrategia consensuada, en la que las tareas colectivas primen sobre intereses particulares. Allí donde el ce- rebro “en lo informático y en lo cultural” no nos sea robado por cuestiones eco- nómicas y en el que la ética del servicio a la empresa española prime sobre los otros intereses. Así se hizo en su momento en todos los países que son punteros en tecnología, en análisis de inteligencia y, por supues- to, en economía. Nosotros no lo hicimos. Los motivos quedan para los historiado- res. Ahora toca de nuevo hacer un “salto de fe” en nosotros y hacer por una vez, una vez más, lo que se nos da mejor: crear de la nada, usar el pundonor y dejar al lado el ego para asistirnos mutuamen- te. Hay quien ya lo hace. Se denominan clúster, asociaciones de interés compar- tido ( lobby , si lo prefiere), e incluso algu- nos se reúnen en “cuadrillas” para llegar a lo individual desde lo común. Innovación disruptiva La innovación disruptiva es tan fácil como mirar lo que se tiene, saber lo que nos falta, ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades. Es, como dice un amigo, “un mecano”, en el que con las piezas o cartas que te tocan ver la mejor forma de jugar. Y cuando lo ha- cemos, lo hacemos muy bien. Pero dura poco en esta tierra de cainitas que nos dejamos lisonjear por “sirenas extranje- ras” que azuzan los rencores y levantan muros. Eso se nos da muy bien cada cierto tiempo: despellejarnos. La inteligencia del siglo XXI, en el que el entorno es hostil y nos falta dinero, será una inteligencia que de “saltos de fe”, que genere sinergias entre sistemas, áreas y empresas a lo largo de la cadena de va- lor integrada. La inteligencia disruptiva es aquella del niño que, para sacar un ca- mión atascado en un túnel, no pensó en romperlo, sino en deshinchar un poco las ruedas. Eso lo sabemos hacer muy bien, cuando queremos. Pero es que en el siglo XXI ya no nos queda otra salida si no que- remos ser absorbidos y perecer. La inteligencia del siglo XXI generará sinergias entre sistemas, áreas y empresas a lo largo de la cadena de valor integrada / Octubre 2021 61
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