Seguritecnia 493

/ Enero-Febrero 2022 56 Así opinan Uno de los principales retos es conjugar los nuevos formatos de trabajo, remotos e híbridos, con la necesidad de cumplir los principios de mínimo privilegio, mínima superficie de exposición y defensa en profundidad. Una adecuada gestión de identida- des y privilegios de los usuarios y del control de los administra- dores, junto a conexiones seguras desde el exterior, es esencial para cumplir con esos principios en este contexto. Además, la gestión de riesgos de la cadena de suministro es otra parte vital y prioritaria. Debe tener la finalidad de reducir la capacidad de los ciberdelincuentes para pasar de un entorno de un tercero al nuestro. Y por otro lado, asegurar una madu- rez adecuada en aquellos terceros en los que se externalizan servicios para la organización, especialmente en aquellos identificados como esenciales, realizando una monitorización continua en todo el ciclo de vida del proveedor. Comenzamos a tener a nuestra disposición herramientas cada vez más avanzadas de analítica de vídeo que abren todo un mundo de oportunidades y que mejoran los tiempos de res- puesta ante determinados ataques deliberados. Y sigue siendo clave la formación y sensibilización de los tra- bajadores y clientes. Somos la llave para facilitar un acceso al entorno corporativo, ya sea físico o lógico, que desencadenan incidentes. Por ello, debemos crear una cultura de seguridad para evitar que los clientes sufran fraudes o estafas cada vez más sofisticados. El retail , en general, ha visto acelerar su transformación de forma evidente con motivo de la pandemia. La tecnología y la digitalización son dos aspectos claves para conocer mejor a nuestros clientes y ofrecerles la mejor experiencia de compra, principales objetivos en nuestro sector. Y también son esen- ciales en el ámbito de la seguridad. De hecho, son impres- cindibles para que podamos desarrollar nuestra profesión de forma ágil y efectiva, aportando así valor a nuestras empresas. Nos permiten ganar precisión y mejorar la capacidad de tomar decisiones de forma más ágil. Pero entrañan nuevos riesgos y, por lo tanto, nuevos procesos de prevención y control a imple- mentar en nuestros protocolos. Es prioritario invertir en el propio desarrollo y el de nuestros equipos. Estos planes de progreso deben incluir aspectos téc- nicos, pero también la mejora de otras competencias y habili- dades imprescindibles para promover la cultura de seguridad en las organizaciones, como, por ejemplo, la comunicación. Es de vital importancia que nuestros proveedores y colabora- dores estén alineados en estos cambios, ayudando a avanzar en esta transformación y proporcionándonos las herramientas adecuadas, así como personal formado y motivado. Y por último, desde los departamentos de seguridad es fun- damental demostrar una mentalidad abierta y orientada a los cambios, lo cual nos facilitará una mayor agilidad en la conse- cución de objetivos a corto y largo plazo. A sier L arramendi D irector de S eguridad de L aboral K utxa S onia G uamis M orillo D irectora de S eguridad de H&M

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