Seguritecnia 494

/ M arzo-Abril 2022 38 Talento Femenino pérdida de talento y activos internos en la propia organización. Frente a este modelo de dirección se apuesta por el llamado “liderazgo fe- menino”. Esta denominación es porque se pone en valor las características que tradicionalmente se han asociado y son ejercidas por las mujeres: escucha acti- va, empatía, vinculación, pertenencia... En los modelos de liderazgo femenino se sustituyen las escalas de mando de los modelos androcéntricos por escalas de dirección, y las tomas de decisiones verticales por horizontales. El liderazgo femenino transforma a las organizaciones porque las personas que forman parte de ellas adquieren un rol proactivo en la mejora de los proce- sos, convirtiéndose de activos pasivos a activos emergentes. La razón de esta transformación radi- ca en que el liderazgo femenino permite que las personas se sientan escuchadas y reconocidas, y con ese reconocimiento se crea un clima generador de ideas y propuestas. Además, como indicába- mos, la sociedad ha cambiado. Se han substituido los “modelos educativos im- perativos”, donde los niños tenían que oír, ver, callar y obedecer, por los “mode- los de empoderamiento”, donde los me- nores son escuchados y se les anima a que propongan ideas (siempre adecuán- dolo a la edad del menor y respetando los límites pertinentes) para que formen parte de los procesos de creación de la escuela, de la familia, etc. Estas mentes creativas necesitan entornos facilitadores de generación de proyectos. El liderazgo femenino se debe configurar como el talento de guiar a las personas hacia una mejora continua. Creación de referentes A pesar de todas las cualidades del lide- razgo femenino, a raíz de una conferen- cia sobre liderazgo me di cuenta de que conforme iba hablando me iba cuestio- nando mis propias palabras porque, po- aprendizaje constante de la mejora con- tinua de nuestras aptitudes. Ya lo decía Aristóteles: “La excelencia no es un acto, sino un hábito”. Por eso pienso que el talento es el hábito de mejorar nuestras pasiones. Liderazgo femenino Daniel Coyle, en su obra El pequeño libro del talento , afirmaba que “sea cual sea el talento que te propongas construir, del golf al aprendizaje de una nueva lengua, pasando por la guitarra o la puesta en marcha de una empresa, asegúrate de esto: Has nacido con la maquinaria necesaria para transformar la torpeza del principiante en una ac- ción hábil y dinámica. Y esa maquinaria no la controlan los genes, sino que la controlas tú”. Como comentábamos, las investiga- ciones en este ámbito han permitido superar el discurso tradicional del lla- mado “talento innato” abogando por la potencialidad talentosa de cada una de las personas. En el ámbito del lideraz- go se está produciendo un proceso de transformación paralelo, pero en lugar de hablar de potencialidades hacemos referencia al género. Se está superando el discurso tradicional del liderazgo an- drocéntrico por el liderazgo femenino. La razón de este cambio en los mo- delos de liderazgo no deja de ser la necesidad de adaptar las técnicas del liderazgo a las nuevas realidades y mentalidades sociales. El liderazgo androcéntrico se caracteriza por una escala de mando y toma de decisiones imperativa y vertical. Por tanto, compor- ta la falta de implicación de las perso- nas en las organizaciones, porque no se sienten reconocidas; se identifican con meros productores en la cadena de producción. Esta falta de reconocimien- to dificulta que aporten ideas en la me- jora de procesos, conllevando una gran

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