Seguritecnia 496
/ Julio-Agosto 2022 238 Expertos “Es difícil imaginar hacia dónde va a evolucionar la Ley de Seguridad Privada” “Atraer a los jóvenes a la seguridad privada será un gran desafío” Alberto Tovar Director de Seguridad Corporativa de Cepsa José Antonio Vicente Sánchez Director de Seguridad de Grupo Fuertes E ntre los factores que determinarán el futuro de la seguridad privada durante las próximas déca- das se encuentra, en primer lugar la legislación. Es difícil imaginar hacia dónde van a evolucionar la Ley de Seguridad Privada, la normativa de infraestructuras críticas, la ciberseguridad, la seguridad en redes y sistemas de información, la resiliencia, la continuidad de negocio, la gestión de crisis, el duty of care , la protección de datos, etc. Y ya se sabe que “España es un país de una extensiva y minu- ciosa legislación, atemperada únicamente por su total incum- plimiento”. En segundo lugar, destacaría la capacidad de anticipar ries- gos. En un mundo tan cambiante y globalizado hemos de ser capaces de anticipar las nuevas amenazas con las que ten- drán que lidiar nuestras compañías. Y también de incorporar nuevas tecnologías; o más bien, la posibilidad de utilizar esas “nuevas” tecnologías, como por ejemplo el reconocimiento facial. Sin olvidar el necesario cambio del paradigma de la vi- gilancia de seguridad, más profesional, con mayor formación y un servicio de más calidad. Por último, cabe mencionar la organización de la seguridad pública y privada, como coordinar la seguridad física, la ciber- seguridad, la seguridad en redes y sistemas de información y la seguridad de los procesos de control industrial. S on varios los factores que van a determinar el fu- turo mediato de la seguridad en nuestro país. Por un lado, se consolidarán el proceso de implemen- tación tecnológica en el desempeño de actividades con un importante avance en ciberseguridad, el uso de proce- sos robóticos, la interacción con drones y el desarrollo de apli- caciones móviles. Estos se consideran un tema primordial en el medio plazo, que pueden y deben convivir de forma activa con los servicios convencionales para no perder el inherente factor humano de la seguridad privada. Por otro lado, el sector de la seguridad privada deberá hacer frente al cambio demográfico, al envejecimiento de los traba- jadores y a las grandes migraciones tanto nacionales como supranacionales. Para ello tendrá que dar mayor importancia a la formación de profesionales cualificados. Desde todos los estamentos público-privados se han de fomentar iniciativas como la mejora de la formación profesional en metodologías de seguridad, sistemas y ciberseguridad. Un gran desafío va a ser, en este sentido, atraer y potenciar entre los jóvenes la importancia de la seguridad privada. Finalmente, el último factor es una ampliación de las misio- nes emprendidas por la seguridad privada de las asociaciones público-privadas para garantizar una seguridad integral tanto a ciudadanos como a empresas.
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