Seguritecnia 496

/ Julio-Agosto 2022 244 Expertos “El concepto de ‘seguridad integral’ irá cobrando sentido gracias a la tecnología” Joaquín Castellón Director de Seguridad Industrial de Navantia (Grupo SEPI) E ntre los muchos factores que sin duda afectarán a la seguridad privada en las próximas décadas des- tacaría la transformación digital. Nuestra sociedad experimenta un profundo cambio tecnológico que, consecuentemente, influirá en gran medida a este sector. Toda transformación digital aborda tres ámbitos fundamen- tales (tecnología, procesos y personas), lo que en realidad nos conduce a un importante cambio cultural. La transformación digital en el mundo de la seguridad solo será efectiva si real- mente este cambio se produce. Por tanto, los departamentos de seguridad tendrán que hacer un gran esfuerzo de adapta- ción en estos tres elementos. Junto a las innumerables ventajas que nos aportará la tec- nología es también evidente que nuestra exposición al riesgo tecnológico, y concretamente a las ciberamenazas, se incre- mentará de forma exponencial. Es decir, seremos más eficien- tes y eficaces, pero también más vulnerables. Creo que la transformación digital empujará hacia una con- vergencia cada vez mayor entre la seguridad física y lógica. La tecnología ha impactado de lleno en el mundo de la seguridad física, evolucionando sus procesos y acercándolos más a la se- guridad lógica. Parece que, gracias a la tecnología, el concepto de ‘seguridad integral’ irá cobrando realmente sentido. “Se tendrá que realizar un gran esfuerzo económico y formativo en ciberseguridad” Javier Calderón Director de Seguridad del Centro Comercial Plaza Río 2 D urante las próximas décadas serán determi- nantes dos factores. El primero de ellos es el tecnológico, con todo lo que implica. Se ten- drá que realizar un gran esfuerzo tanto a nivel económico como formativo en ciberseguridad y en nuevas tecnologías, donde todo parece llevar a un sistema global de información. El segundo factor es ampliar el marco legal de funciona- miento de la seguridad privada, dotar al sector de mayor co- bertura legal acorde a sus funciones de cara al incremento de situaciones de riesgo en sus puestos de trabajo, una ma- yor colaboración e implicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y más información referente a las amenazas a las que nos enfrentamos. En definitiva, lo lógico sería que la seguridad privada, aun siendo gestionada económicamente por el sector pri- vado, pasara a formar parte mucho más activa, con más atribuciones, para contribuir en la seguridad del Estado. Todo ello, teniendo en cuenta que hablamos de un futuro a medio plazo y que la seguridad privada da soporte tanto humano como tecnológico a un alto nivel y en la gran ma- yoría del sector privado y público (protección de personas y bienes).

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