Seguritecnia 496

/ Julio-Agosto 2022 246 Expertos “Estratégicamente tendremos que invertir en innovación” José María Rico Jefe del Departamento de Seguridad Corporativa de Redeia E l sector de la seguridad privada ha evolucionado, madurado y posicionado como un actor funda- mental en la actual Estrategia de Seguridad Na- cional. La implicación y participación activa de sus profesionales, la coordinación y cooperación de los opera- dores públicos y privados responsables de los diferentes servi- cios esenciales para la sociedad, el liderazgo de las diferentes empresas especializadas de seguridad privada y la utilización de tecnología disruptiva para la protección y anticipación en el actual escenario de mayor incertidumbre y cambios perma- nentes hacen precisamente a la atención temprana, a través de la coordinación y cooperación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo que posibilitará una respuesta única y más eficaz a los diferentes riesgos y amenazas globales a las que nos tenemos que enfrentar. El futuro de la seguridad privada estará garantizado siempre y cuando sigamos especializándonos y formándonos ante las nuevas amenazas, continuemos realizando una gestión cola- borativa con todos los actores de la seguridad pública y priva- da y desarrollemos protocolos para resistir y recuperarnos ante potenciales ataques. Estratégicamente tendremos que invertir en innovación y saber utilizar las tecnologías futuras y optimi- zar las bondades de la Inteligencia Artificial, la cuantificación cuántica, la robotización y el Big Data como factores de dura- bilidad para garantizar de una manera sostenible la seguridad de nuestro estado de bienestar. Así como ser facilitadores del desarrollo económico, social e industrial de nuestro entorno. “Los objetivos a proteger se han visto alterados” Jerónimo Robledo Director de Seguridad, Autoprotección y Prevención de Riesgos de Renfe L a seguridad privada vive en un proceso de cambio permanente y de adecuación a las transformacio- nes que se producen. Los objetivos a proteger se han visto alterados, ya que hoy los factores de ries- go son muy diferentes. Y esta situación obliga a las áreas de seguridad a buscar nuevas medidas y soluciones. Las direc- ciones de seguridad deben evolucionar para impulsar la con- vergencia de las diferentes seguridades, en la que el director de seguridad es la figura que debe liderar este cambio. Las direcciones de seguridad habrán de adaptarse y evolu- cionar, abordando importantes proyectos de digitalización y tecnológicos que proporcionen herramientas más precisas. Esto irá acompañado de un drástico cambio de sus profesio- nales y de los procesos formativos. Además de una incorpora- ción de áreas de inteligencia, análisis y prospectiva. Las direcciones de seguridad también deberán incluir una serie de políticas de gestión ante situaciones de emergencia que permitan salvaguardar las vidas de las personas y la in- tegridad de los bienes corporativos, así como recuperar de forma rápida la actividad del negocio. No obstante, estos cambios han de ir acompañados de unos procesos legislati- vos que sirvan de base para desarrollar estas nuevas políticas. Por último, las empresas prestadoras de seguridad privada habrán de afrontar un nuevo modelo de vigilancia. Deberán asumir cambios formativos, tecnológicos y culturales para adaptar a sus profesionales y servicios a las nuevas necesida- des que demandan los usuarios.

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