Seguritecnia 496
/ Julio-Agosto 2022 263 10 años ¿Quién quiere ser “Amigo de la Fundación Borredá”? Miguel Merino Miembro del Comité Asesor de la Fundación Borredá E sta conversación tuvo lugar en la mañana del 1 de octubre de 2011, en un lugar indeterminado de la provincia de Soria, entre tres personas, una de las cuales se apellida Borredá. Veníamos hablando animadamente en el coche sobre nues- tro sector en general, de cómo había evolucionado con los años y de las figuras que habían marcado su existencia y evolución en el tiempo. En algún momento, la conversación se centró en los pasos que ya se estaban dando para materializar el proyecto de con- servar la memoria de Don Ramón Borredá García, figura esen- cial y carismática, a través de los valores que encarnó durante su trayectoria humana y profesional, con el objetivo de dar con- tinuidad a los fines que promovió en beneficio de la seguridad. Para quienes no tuvieron la suerte de conocerle como yo, Don Ramón Borredá fue uno de los impulsores y forjadores de los cimientos de la seguridad privada en España, fomentando la colaboración con la seguridad pública desde los años setenta, así como fundador de editorial Borrmart, de la revista Seguritec- nia y de los Trofeos Internacionales de Seguridad. Por entonces, ya estaba decidida la creación de una funda- ción en su nombre y memoria, de naturaleza fundacional priva- da, sin ánimo de lucro, con vocación de servicio a la seguridad en todos sus ámbitos y profesiones, para la difusión, promo- ción, defensa, estudio y fomento de la seguridad en todos sus campos. Hablamos de que se llevarían a cabo acciones con- cretas para la mejora del conocimiento y capacidades; estudios e investigación, divulgación y comunicación; promoción de las relaciones profesionales; defensa de las buenas prácticas y apoyo a la Administración, todo ello aplicado a las diferentes áreas de seguridad. ¡Que iniciativa más brillante y exigente¡, pensé yo. Y lo mejor es que, bajo la dirección de su presidenta y el patronato, se agruparía en torno a la Fundación Borredá a las empresas e instituciones que, manteniendo los valores que encarnó Don Ramón, quisieran hacer aportación a sus nobles fines, creando un ecosistema muy activo y comprometido, compuesto por los socios protectores, patrocinadores, empresas o instituciones colaboradoras. En ese momento pregunté: ¿Pero no falta algo? Y añadí: Yo y otros muchos que admiramos a Don Ramón y nos identifica- mos plenamente con los valores que encarnó. ¿No creéis que además de beneficiarnos de la Fundación Borredá, podemos ayudar a fortalecer este proyecto y aportar algo? Creemos en ello. Seriamos como los “amigos” de la Fundación Borredá… Así nació, desde sus orígenes hace 10 años, una modalidad de colaboración reservada a las personas físicas, a los profe- sionales de la seguridad en cualquiera de sus ámbitos que de- sean colaborar activamente en las actividades de la Fundación, aportando desinteresadamente su compromiso en esta causa, sus conocimientos, capacidades, ideas e ilusión. Así nació la figura de “Amigo” dentro del ecosistema. Yo, como otros muchos, soy “Amigo de la Fundación Borredá”. Aquí, a título individual, cabemos todos. Desde profesionales de seguridad privada y pública de cualquier ámbito hasta estudian- tes, jubilados y cualquier persona vinculada con la seguridad y comprometida con ésta como un bien común. En la Fundación Borredá cabemos todos, cualquier persona vinculada con la seguridad y comprometida con ésta como un bien común
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