Seguritecnia 497
/ Septiembre-Octubre 2022 106 Control y gestión de alarmas E l problema de las excesivas falsas alarmas vuelve a es- tar en boca de todos. Sobre todo porque el parque de alarmas conectadas a centrales recep- toras de alarmas (CRA) no deja de cre- cer a fuerte ritmo. De hecho, debemos andar por los tres millones de usuarios, de los cuales en torno al 65 por ciento son residencias. Además, el tirón de la demanda se mantiene. Por ello hay una oferta cada vez mayor de muchas empresas, incluso algunas de otros sectores (banca, tele- comunicaciones, seguros...), que comer- cializan y facturan servicios de seguridad en alianza con compañías habilitadas. Por tanto, y por pura matemática, el número total de falsas alarmas seguirá aumentando a medida que crezca el parque instalado. Todo ese volumen de alarmas las verificará la CRA en base a la tecnología que el cliente haya im- plantado asesorado por su instalador y a los procedimientos de verificación legal- mente establecidos. De esta verificación saldrá un porcentaje que se habrá com- probado como falsas y otro que cumplirá los condicionantes legales para conside- rarse confirmadas y que deben comuni- carse obligatoriamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FCS). Filtraje Se solicita a las CRA esforzarse para que mejoren su filtraje, pero es muy difícil. Primero, porque ya estamos en una ci- fra muy alta, en nuestro caso en el 99,3 por ciento de las que recibimos. Y tam- bién porque, si se mantiene inalterado el contexto legal, no tenemos margen de maniobra en nuestra actuación. Algo me- jorará en la medida que los sistemas anti- guos se modernicen e incorporen imagen e Inteligencia Artificial u otros medios que ayudan a verificar, pero hablamos de dé- cimas en el posible margen de mejora. Por tanto, comunicamos a las FCS el 0,7 por ciento que son alarmas confirma- das. De estas, en nuestro caso, el ocho acaban siendo alarmas reales, algo más en Cataluña, que tienen procedimientos de verificación ligeramente distintos que nos permiten filtrar más. Es decir, en el 92 por ciento de nuestros avisos por alarmas confirmadas fue innecesaria la presencia policial. Para hacerlo más gráfico, de cada 10.000 alarmas recibidas, filtramos 9.930 y avisamos 70 veces por ser con- firmadas; y de ellas no llegan a seis las que son reales. Una espectacular pro- porción 10.000 a seis. ¿Saben el esfuer- zo y los recursos que precisa una CRA para verificar diligentemente 10.000 alarmas? Y en nuestro caso recibimos 20 veces más cada mes... Actuar de forma diferente A todos nos interesa reducirlas, pero se- guirán aumentando si no hacemos algo distinto pronto. Y enfatizo los términos ‘distinto’ y ‘pronto’. Ahora toca apostar fuertemente sobre el origen de las falsas alarmas: los usuarios. Nuestros datos arrojan que el 70 por ciento de las alar- mas recibidas las provocan los usuarios o están causadas por circunstancias im- putables a su responsabilidad. Es ahí donde ahora urge actuar y donde hay gran margen de mejora a Falsas alarmas: no esperemos al nuevo Reglamento, hay que actuar ya J osé R amón B ecerra G erente de G rupo O n S eguridad Se solicita a las centrales receptoras de alarmas esforzarse para que mejoren su filtraje, pero es muy difícil
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