Seguritecnia 497
/ Septiembre-Octubre 2022 32 Seguridad en centros hospitalarios S iempre he sostenido que si algo define a los centros asistenciales es la compleji- dad. Complejidad arquitectó- nica, que dificulta la puesta en marcha y la aplicación de nuevas tecnologías, complejidad asistencial y complejidad gestora, que debe garantizar en la me- dida de lo posible la accesibilidad y la seguridad. Los riesgos en los hospitales, en los centros de asistencia especializada y en los de asistencia primaria se han in- crementado notablemente, apareciendo nuevas situaciones: robos de aparatos sanitarios, agresiones a profesionales, necesidad de proteger fuentes radioac- tivas, custodia de farmacología, ordena- miento del control de accesos a los cen- tros, garantizar el estricto cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos, etcétera. La Constitución Española, en su artí- culo 43, reconoce el derecho a la pro- tección de la salud y encomienda a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas pre- ventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. Pero es cierto que para garantizar ese derecho que nos reconoce nuestra Constitución necesitamos abordar las nuevas circunstancias que han apare- cido en nuestra sociedad. Los Estados modernos se enfrentan a nuevos desa- fíos que convierten a la seguridad en un proceso cada vez más complejo. A los riesgos tradicionales ya existen- tes, como el terrorismo nacional o el crimen organizado, se suman nuevos factores. Entre otros, el terrorismo inter- nacional, atentados cibernéticos, hackti- vismo , agresiones a profesionales sani- tarios, robo y tráfico de fármacos. Esta nueva situación genera la necesidad de afrontar la seguridad de un modo dife- rente, tanto en el aspecto nacional como de forma colectiva y coordinada entre los diferentes países. Una realidad unida a la mayor depen- dencia que tienen las sociedades de ciertos servicios e infraestructuras que soportan y posibilitan el correcto funcio- namiento de los sectores productivos, de gestión y de la vida ciudadana en gene- ral, cuya paralización podría derivar en gravísimas consecuencias tanto perso- nales como materiales. Actos ilícitos Por todos es conocida la actuación de organizaciones criminales dedicadas a robar endoscopios, ecógrafos, gastros- copios o equipos de ecocardiología, entre otros, en los hospitales de toda España. Un material que posteriormente venden en otros países donde no existe un control de objetos robados. Entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de marzo de 2022, según refleja el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid, se produjeron 186 actos ilícitos contra bienes propiedad del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), por un importe de 2.366.985 euros. Pero hay que tener en cuenta que durante este periodo se declaró el estado de alarma como consecuencia del COVID-19, y que el SERMAS cuenta con una estructura de 34 hospitales, 256 centros de espe- cialidades y 478 centros de asistencia primaria. Estos datos nos deben llevar a una importante y necesaria reflexión: todas estas sustracciones han supuesto un retraso en el tratamiento de pacientes. Aunque afortunadamente son sustitui- dos lo más rápido posible, debemos recordar lo que afirman los profesio- nales sanitarios: la importancia de la detección precoz de una enfermedad puede contribuir fundamentalmente a su curación. En un acto clínico de cualquier natu- raleza es imprescindible el conocimien- to por parte del facultativo del historial clínico del paciente, donde constan todas las patologías que ha podido sufrir, las alergias que pueda tener a La seguridad contribuye a la mejora de la calidad asistencial F ernando B ocanegra D irector de S eguridad
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