Seguritecnia 497
Seguridad en centros hospitalarios tección tendrá vigencia indeterminada; se mantendrá adecuadamente actua- lizado y se revisará, al menos, con una periodicidad no superior a tres años”. Está bien. Si llegamos a establecer un sistema que recopile toda la docu- mentación que iremos registrando, me atrevería a decir que lo podríamos tener actualizado todos los años, y no espe- rar cada tres para llevarlo a cabo. Y más aún, si pudiéramos digitalizar todos los procesos, nos facilitaría todavía más nuestra labor. También dice que para evaluar los planes de autoprotección y asegurar la eficacia y operatividad de los planes de actuación en emergencias se realizarán simulacros de emergencia, con la perio- dicidad mínima que fije el propio plan, y en todo caso, al menos una vez al año evaluando sus resultados. Simulacros Los simulacros... ¡qué decir de ellos! Lle- gados a este punto parece que la cosa se complica al pensar en la imposibi- lidad de realizarlos (lo digo en el caso de hospitales) por la complejidad que a priori se nos plantea. Claro, como quiero hacer un simulacro total... ¿Pero qué dice la Norma Básica de Autoprotección al respecto? Esta esta- blece que “los simulacros implicarán la activación total o parcial de las acciones contenidas en el plan de actuación de emergencias”. O sea, no nos está obligando sí o sí a que sean simulacros totales. Mi opinión es que, como mínimo, hagamos uno. Pero mejor hacer tantos parciales como podamos para poder testear los diferen- tes procedimientos de actuación que tengamos descritos en nuestro plan de autoprotección. Siempre podremos sacar mejores conclusiones probando nuestro plan de autoprotección parcialmente, ya que un solo fallo en la cadena de avisos de un procedimiento, como por ejemplo en el caso de la activación de una alarma de incendio, afectaría al resto de procedi- mientos y, en conclusión, a los tiempos de respuesta y resolución del incidente. Hablando de los fallos que se detec- tan en el desarrollo del simulacro, la mayoría son debidos al factor humano. Aun teniendo los procedimientos descri- tos y aprendidos, es posible que, por la dinámica del desarrollo del ejercicio o porque se es consciente de que se trata de un simulacro, se produzcan errores en la cadena de avisos. Por eso consi- dero muy útil –ya lo he comentado an- teriormente– la digitalización de dichos procesos, que garantizarán el éxito del ejercicio. Además, en los simulacros, resulta importante hacer partícipes a otros or- ganismos externos, y con preferencia a los bomberos. En nuestro caso, en el plan de autoprotección del Hospital Uni- versitari Son Espases disponemos de un protocolo de aviso, recepción y acompa- ñamiento para los bomberos. En él se detallan la secuencia de lla- madas, los puntos de recepción y la ubicación de las zonas de mayor ries- go dentro de nuestro recinto. Todos los años organizamos visitas guiadas para recorrer y reconocer todas las zonas de riesgo descritas en dicho protocolo, con cada uno de los ocho retenes de bombe- ros de Palma. En cada una de las visitas testeamos a modo de simulacro parcial la secuencia de aviso y recepción descri- ta en el protocolo y quedan registrados y documentados como simulacros parcia- les realizados en el año correspondiente. Ahora toca rizar el rizo. ¿No creéis que si redactáramos nosotros como técnico competente para la elaboración de pla- nes de autoprotección este documento vivo, que nos servirá de herramienta de gestión de seguridad, sería una verdade- ra herramienta de gestión de seguridad? Si somos capaces como directores de seguridad de elaborar un plan de protec- ción física, un plan de protección especí- fico o un plan de seguridad del operador, ¿no lo vamos a ser para un plan de auto- protección? / Septiembre-Octubre 2022 45
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