Seguritecnia 497

/ Septiembre-Octubre 2022 58 Seguridad en centros hospitalarios tección y los elementos que nos brinda la tecnología para prevenirlos y combatirlos es el ‘abc’ de cualquier instalación. Aho- ra bien, sin una buena formación, dichos elementos sirven para muy poco. El Príncipe de Asturias tiene la gran fortuna de contar con la máxima colabo- ración del personal del Parque de Bom- beros de Alcalá de Henares. Siempre están dispuestos a ayudarnos a través de charlas, formando al personal inter- viniente en el Plan de Autoprotección, aconsejando sobre elementos extintores a utilizar, etc. Precisamente, en noviem- bre, van a impartir dos jornadas de for- mación teórico-práctica a los miembros del Servicio de Enfermedades del Siste- ma Inmune del hospital. No podemos estar más agradecidos al jefe de Bomberos y a su equipo. En multitud de ocasiones se observa cómo los propios trabajadores de un hospital no terminan de comprender las funciones de los vigilantes de se- guridad. ¿Qué se debe mejorar para lograr un completo entendimiento e integración entre ambas figuras? No cabe duda de que se ha producido un estimable avance en estos años. Se partía de una paupérrima, por no decir inexistente, cultura de seguridad. La in- corporación de profesionales de segu- ridad a los hospitales ha hecho que esa brecha se vaya cerrando paulatinamente, aunque queda todavía trabajo por hacer. La figura del vigilante de seguridad en los centros hospitalarios está muy inte- grada. Forma parte del paisaje habitual. No obstante, continúa siendo un poco desconocida su forma de actuar y qué reglamentos, leyes y directrices les rigen y se deben atener. En este sentido, entien- do que es función nuestra dar a conocer, entre el resto de personal del hospital, a los buenos profesionales uniformados que velan por el bien de todos. externa. Bien lo demostraron durante la pandemia y el temporal Filomena. Sin embargo, para que ellos puedan trabajar con todas las garantías se ha de tener la mayor planificación posible para encarar los distintos tipos de situaciones que se puedan dar. Ahí entra el Comité de Emergencias, el cual no solamente se circunscribe a la parte directiva, sino que de ella también son parte importante los servicios técnicos, celadores e informa- dores, amén de la seguridad. Su labor diaria y conocimiento de las instalacio- nes les convierte en actores imprescindi- bles a la hora de afrontar y adaptarse a cualquier circunstancia. El riesgo de incendio es inherente a cualquier instalación, pero si se da en un centro sanitario las consecuencias pueden ser catastróficas. Desde su punto de vista, ¿en qué situación se encuentra la protección contra incen- dios en los hospitales españoles y qué retos tiene por delante? Es sabido que uno de los riesgos más co- munes, si no el que más, es el incendio. Por ello las organizaciones prestan más atención y destinan más recursos a pre- venirlos. Tener un buen plan de autopro- años a la Policía Nacional. Tras el éxito del proyecto piloto realizado en Málaga, parece ser que va a arrancar a comien- zos de 2023; cosa que, personalmente, me congratula. El protocolo es una herramienta fun- damental para que la vida del hospital no se vea alterada ni haya retraso en la atención de los pacientes al no tener que desplazarse los profesionales del centro a una comisaría. Esto redundará en que no exista un sentimiento de impunidad por parte del agresor al cursarse una denuncia, la cual, sin esta herramienta, como sucede actualmente en numero- sas ocasiones, no se pondría. Hospitales como el suyo están plena- mente involucrados en la actuación en emergencias de cualquier índole, como incendios, explosiones o acci- dentes. ¿Cómo organizan y cuáles son las claves de la gestión de la seguridad en situaciones como estas? Hay poco, si es que hay algo, que se pue- da decir al magnífico personal sanitario con el que cuenta el SERMAS en general y el Hospital Universitario Príncipe de As- turias en particular a la hora de afrontar su trabajo ante una posible catástrofe

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