Seguritecnia 498
/ Noviembre-Diciembre 2022 92 Opinión L a seguridad cibernética y la seguridad física crecieron en tiempos diferentes y mundos distintos. De hecho, mucho antes de que la transformación digital fuera ni siquiera un concepto, la segu- ridad física ya había marcado territorio en el mundo corporativo y cumplía su misión: proteger a personas, edificios y otros activos de las empresas. Luego, a medida que el mundo de los negocios empezó a depender cada vez más de la tecnología de la información, la seguridad digital comenzó a marcar músculo en su propio territorio. Unificación Hoy por hoy, los eventos críticos son cada vez más graves: desastres naturales, cli- ma extremo, violencia laboral, disturbios sociales, terrorismo, ciberdelincuencia, etc. Algunos son una amenaza para la seguridad de las personas: empleados, contratistas, clientes y visitantes. Otros lo son para los activos físicos: edificios y parques empresariales, equipos e in- ventario. Otros amenazan las operacio- nes corporativas externas: proveedores, socios comerciales y logística. Y otros amenazan la infraestructura digital: hardware , software , datos confidenciales y propiedad intelectual. Inevitablemente, habrá muchos eventos críticos que pon- gan en riesgo todo lo anterior a la vez. El enfoque actual que trata la seguri- dad cibernética, por un lado, y la seguri- dad física, por otro, ha puesto en jaque a muchas empresas de cara a prepararse y responder a eventos que amenazan tanto los activos físicos como los digita- les. Las compañías vienen tomando ini- ciativas de transformación para superar esa compartimentación que se refleja en los repositorios de datos, los sistemas de TI, las unidades de negocio, las oficinas regionales, etc. De la misma forma, los líderes visionarios se están dando cuen- ta de que necesitan adoptar un enfoque unificado para gestionar los eventos crí- ticos, independientemente de si el even- to supone una amenaza física, digital o ambas. Seguridad digital y física Actualmente, las amenazas son cada vez más difíciles de categorizar bajo un único perfil. Muchas amenazas físicas, como el clima extremo y los desastres naturales, pueden resultar tan catastró- ficas para los activos físicos como para los sistemas digitales. Muchas amena- zas cibernéticas, como el phishing (su- plantación de identidad) o los ataques de ransomware (cibersecuestro), com- prometen las redes digitales, lo que, a su vez, puede otorgar a los ciberatacantes el control de los sistemas físicos de la organización. Por tanto, hoy por hoy, ya no se trata de seguridad física o digital, sino de se- guridad física y digital. No obstante, cada evento crítico es único. Pero hay una máxima que se aplica siempre: cuanto más tiempo pase sin una respuesta rápida, contundente y ordenada, mayor será el impacto en su personal, sus activos y sus operaciones comerciales; y menos opciones tendrá para responder. Adiós al enfoque tradicional y aislado de la seguridad J osé M anuel V illanueva S ales M anager para E spaña y P ortugal de E verbridge Cuanto más tiempo pase sin una respuesta rápida, contundente y ordenada, mayor será el impacto
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