Seguritecnia 499

/ Enero-Febrero 2023 84 Seguridad en Museos Director de Seguridad del Museo Thyssen-Bornemisza Antonio Manzano U sted se incorporó al Mus- seo Thyssen-Bornemisza en 1992 como supervisor de seguridad y, de hecho, participó en la creación del Departa- mento de Seguridad. ¿Cómo ha evolu- cionado desde entonces la seguridad del museo? Podríamos hablar de dos aspectos: el capital humano y el ámbito tecnológi- co. En cuanto al primero, en nuestros inicios comenzamos con vigilantes de seguridad en cada sala. Pero a partir de la adquisición del museo por parte del Estado, en 1993, redujimos la plantilla: pasamos a contar con un vigilante cada dos salas, ya que lo anterior era excesivo e incluso un poco intrusivo. A partir de 1998-1999, volvimos a redu- cir la plantilla de vigilantes e incorporamos auxiliares de sala. Estas figuras no son personal de seguridad, pero deben estar atentas a lo que sucede en las propias sa- las. Por tanto, aportan un valor añadido al museo, ya que se tratan de estudiantes o licenciados en alguna ciencia humanísti- ca o histórica que controlan los visitantes e informan tanto sobre las normas del mu- seo como de las piezas artísticas. Para la parte coactiva se dejó un número de vigi- lantes por planta como el actual. Por último, en el ámbito tecnológico, al principio no contábamos con cámaras que controlaran toda la sala. Ahora, la videovigilancia ya está presente en to- das ellas. Aunque de este tema hablaré posteriormente. Su trayectoria es un ejemplo de evolu- ción, desde la profesión de vigilante de seguridad hasta asumir la protección de uno de los museos más importantes de España. Tomándolo como referen- cia, ¿qué cualidades cree que han de tener los profesionales de la seguridad de los museos para aportar valor a la institución? Antonio Manzano atesora una experiencia de 30 años sal- vaguardando el Museo Thyssen-Bornemisza; concretamen- te, desde el nacimiento de la pinacoteca madrileña. Tres décadas en las que este profesional, desde sus comienzos como vigilante de seguridad, ha visto cómo la protección de todas las obras y dependencias del museo han evolucio- nado hasta convertirse en lo que vendrá próximamente: un entorno donde los sistemas de seguridad y de protección contra incendios estén completamente actualizados desde el punto de vista tecnológico. Por J. Arenas y E. González “El director de seguridad se debería integrar con todos los departamentos del museo”

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