Seguritecnia 499

Seguridad en Museos D urante los últimos meses, los principales museos del mundo vivieron mo- mentos convulsos al ver acosadas sus colecciones por activis- tas defensores de causas medioam- bientales. Ataques planificados, que buscaban relevancia en medios de comunicación y generar debates te- levisivos y en redes sociales –de ex- pertos poco avezados– que, tras tibias condenas de las agresiones, trataban de justificar la “naturaleza ética” de los vandalismos. Y lo más triste, en ninguno de ellos acertaban a describir el peligro real que se ocultaba tras las ”performances”. Para no variar, tal y como suele su- ceder en análisis tan poco riguroso, se termina por denostar injustificada- mente a los equipos de seguridad de los museos, haciendo recaer todas las culpas sobre ellos. ¡Que tristeza! ¿Qué ha pasado en realidad? Origen de los hechos: a) Grupos de activistas, organizados y financiados, tratando de sensibilizar a la sociedad sobre una causa con- creta, eligieron piezas icónicas del arte universal para simular ataques destructivos contra estas. b) Es importante concretar que eran “ataques simulados”, ya que la des- trucción de la obra de arte elegida podría suponer la criminalización de los activistas participantes en la agresión y generar un rechazo social contra la causa que dicen defender. Por ello, el medio usado como arma agresora debía carecer de poder le- sivo ante la protección que la obra ya tenía instalada. c) Los ataques debían realizarse en di- ferentes países, en museos de gran prestigio y poder de convocatoria, si- guiendo un cronograma de tiempos escalonado, buscando el mayor im- pacto y presencia en medios. d) Los ataques y los “discursos moti- vacionales” coreados por los agre- sores debían ser grabados por otros miembros del grupo para difundirlos en redes sociales en tiempo real, tra- tando de escapar de la censura. e) En cada ataque, existía un reparto de tareas entre los activistas. Tareas que no contemplaban la exfiltración de los agresores, buscando notorie- dad y garantizando el éxito de sus objetivos en los medios. f) El factor sorpresa carecía de rele- vancia, ya que tras las dos primeras agresiones se esperaban medidas preventivas en los diferentes mu- seos. g) Imprescindible contar con el apo- yo de “grupos de opinión”, voceros y defensores de la causa esgrimida por los delincuentes, que harían una explotación del éxito mediante la mayor difusión en medios. Selección de objetivos: Para llamar la atención sobre su cau- sa, denigar a las administraciones gubernamentales y generar un debate abierto y plural, nada mejor que elegir objetivos de interés general, imperso- nales y apolíticos. ¡Ninguno mejor que las obras de arte! - Obras de autores universales. - Con alto valor económico. - Situadas en museos de referencia mundial. - En diferentes países de gran tradición cultural. - Escalonando las agresiones en el tiempo. Ejercicio de lecciones aprendidas: Con lo ocurrido, ha quedado en evi- dencia que el “apetito de riesgo” de los gestores culturales ha puesto en riesgo la seguridad de las obras de arte. Ellos, y solo ellos, son los respon- sables de lo acontecido, al no dedicar mayor atención y recursos a los equi- pos de seguridad, haciendo estéril su ¿La seguridad de los bienes culturales en Almoneda? A ndrés M artín L udeña V icepresidente de P rotecturi / Enero-Febrero 2023 91

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz