Seguritecnia 501
/ Mayo-Junio 2023 110 Inteligencia y Seguridad tiones económicas, otras de tipo social o medioambiental−, cobrando así un lugar protagonista en la gestión empresarial el concepto de responsabilidad social cor- porativa. Y todo ello en un entorno cada vez más competitivo donde las compañías encuentran grandes dificultades para obtener, y aún más, mantener, una ven- taja competitiva. Esto se constata con la frecuencia con la que encontramos ejemplos de empresas que, intentando buscar una mayor rentabilidad, deci- den entrar en negocios no relacionados compitiendo en industrias totalmente diferentes con grados de diversificación impensables hace pocos años. Lo que significa que, hoy, cualquier entidad de cualquier lugar del planeta puede consi- derarse un competidor potencial. La cuestión ya no se reduce a poner el foco en un objetivo y en la mejor forma (estrategia) para conseguirlo, sino que es una decisión mucho más comple- ja tanto a nivel interno (¿cuáles deben ser los objetivos?, ¿cuál es la secuencia temporal?, ¿cuándo es el momento idó- neo?) como externo (¿qué stakeholders serán fundamentales en la consecución de este objetivo?, ¿qué papel tendrán?, ¿qué peso o importancia debo dar a las necesidades de cada stakeholder ?), además de ser impredecible e incierto (¿hacia dónde va a evolucionar la in- dustria?, ¿qué vendrá después de ese cambio?, ¿qué influencia podría tener un lobby ?, ¿de dónde puede llegar la com- petencia más fuerte?). Por tanto, para que una organización sea competitiva necesita dominar in- formación estratégica sobre mercados, productos, clientes y proveedores. El empresario necesita conocer, de forma clara y precisa, el significado de lo que ocurre en el presente para que, de esta forma, esté en condiciones de adelan- tarse y adaptarse a los acontecimientos futuros y, por tanto, para actuar en con- secuencia. Este es el objetivo y la finali- dad de la inteligencia en la empresa. La respuesta: inteligencia Llegamos así a introducir el término ‘inte- ligencia’ aplicado a la realidad empresa- rial y vinculado a la estrategia como una herramienta que permite al empresario entender mejor el entorno de los nego- cios y de la industria, así como aprender, de forma continua, de las estrategias de sus competidores. Esto convierte a la inteligencia en necesaria para lograr el éxito en las condiciones de competencia actuales. La inteligencia debe pasar a formar parte, en consecuencia, del pen- samiento organizativo. Estamos convencidos de que el éxito de una empresa va a depender, cada vez más, del conocimiento sobre cómo utili- zar la inteligencia para el logro de una ventaja competitiva sostenible. Aquellas que logren gestionar la información y convertirla, mediante el conocimiento, en inteligencia, lograrán una ventaja es- tratégica sobre sus competidores. Eso sí, la inteligencia no sustituye a otras áreas de la compañía, como mar- keting o seguridad, entre otras, sino que refuerza y apoya los requerimientos de una toma de decisiones continua en estas funciones y las necesidades de sus directivos clave. Por ello, es ya un ingrediente necesario en la planificación estratégica. Inteligencia es, por tanto, información que ha sido analizada con conocimien- to para convertirla en un producto que permita apoyar la toma de decisión del empresario en unas circunstancias de- terminadas. Consiguientemente, es una herramienta estratégica de apoyo a la toma de decisiones; es un activo intan- gible de gran valor para la corporación. En consecuencia, organizaciones de todos los tamaños deberán establecer una función de inteligencia dada la na- turaleza competitiva del mercado. Esto, que es ya una realidad en muchos paí- ses de nuestro entorno, en España está en un estadio incipiente. Las empresas españolas necesitan todas las armas que les permitan competir en un mundo global, y la inteligencia es imprescindi- ble para ello.
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