Seguritecnia 501
Ciberseguridad en sistemas físicos zando con tabletas, teléfonos inteligen- tes, cajeros automáticos, instalaciones de seguridad, CCTV, sistemas de con- troles de acceso, etc. En definitiva, la ciberseguridad es im- prescindible para que progrese la trans- formación digital. De ahí la necesidad de una Ley de Ciberseguridad Privada donde el ciudadano tenga a disposición nacional un directorio profesional de empresas, tecnologías y profesionales de ciberseguridad debidamente homo- logados y preparados para ofrecer cual- quier servicio con garantía en el país. De este modo se contribuiría a refor- zar los procesos de seguridad nacional y de contrainteligencia, cubriendo la seguridad integral y cibercapacidades propias. Es una necesidad a nivel na- cional que las personas con niveles gerenciales o directivos, ya sean traba- jadores en el área pública o en el sector privado, puedan contar con las herra- mientas y con las metodologías más de vanguardia para hacer frente a la realidad delictiva que hoy enfrentamos. Colaboración También cabe destacar que la colabo- ración público-privada no es privatiza- ción; mensaje que a veces no llega de la manera adecuada al conjunto de la ciudadanía. Hay que recalcar aún más que los servicios públicos lo siguen siendo, independientemente de cómo sea su forma de gestión. Lo importante es que la titularidad es y será pública, indistintamente de que la gestión u operación se realice de forma directa por las administraciones públicas o a través de empresas, ya sean públicas, mixtas o privadas. Hoy las organizaciones necesitan se- guridad integral. Pero también es cierto que sin una cultura de la seguridad in- tegral basada en la técnica y en la cien- cia será muy difícil avanzar. Cultura de ciberseguridad En este sentido, es clave la colabora- ción público-privada. Pero esto no es solo financiación; también compromiso social de las empresas con el conjunto de la ciudadanía en materia de (ciber) inteligencia. Son las compañías las que tienen los mayores avances en I+D+i y, por tanto, la colaboración entre ellas y las administraciones es la forma más rápida de hacer llegar las últimas inno- vaciones al sector público y al conjunto del país en materia de ciberseguridad e inteligencia. Hay que transformar a la Administra- ción para que sea ágil prestando servi- cio al ciudadano y atendiendo sus ne- cesidades reales. Y también fomentar e incentivar de forma activa una cultura de la ciberseguridad privada a nivel nacional que permita implantar los pro- cedimientos y herramientas necesarias para el correcto funcionamiento en conjunto con la seguridad privada. No en vano, la seguridad privada no es un gasto, sino una inversión. Hacer un traje a la medida después de evaluar las necesidades de información de una organización es sinónimo de rentabili- dad y optimización de los beneficios a corto, medio y largo plazo. Los esce- narios actuales de amenazas, riesgos y oportunidades a los que se enfrenta una organización son complejos y difí- ciles de abordar desde una perspectiva tradicional de seguridad privada. Por lo tanto, se necesitan soluciones comple- jas, creativas y efectivas con ciberse- guridad. Y los elementos que facilitan dichas soluciones son las personas, la inteligencia, la ciberseguridad y la co- laboración público-privada. Un ciberes- pacio seguro es posiblemente el mayor desafío al que se enfrentan todas las organizaciones y países desde el pun- to de vista de la seguridad. Por consi- guiente, los riesgos y amenazas que se ciernen en él requieren una respuesta oportuna, proporcionada, eficaz y coor- dinada que garantice la libre y segura utilización del mismo por el conjunto de la sociedad. / Mayo-Junio 2023 61
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