Seguritecnia 505

Opinión nuevas tecnologías, ya que si no lo ha- cemos estaremos abocados a la irrele- vancia empresarial y, en muchos casos, a una penosa subsistencia. Drones y costes Lo primero es considerar a la aeronave no tripulada como una aeronave como tal, con la misma consideración que una tripulada, y exigir a todos los usuarios la preparación y acreditación de cono- cimientos oportuna, ya que cualquier negligencia en este aspecto puede aca- rrear graves consecuencias tanto em- presariales como personales. Lo segundo es pensar el lugar que puede ocupar el desarrollo de la utiliza- ción de las aeronaves no tripuladas en nuestra industria, el rendimiento que le podemos sacar frente a otras opciones, y ver si es rentable la inversión. Para ello me serviré de ejemplos que ayuden a aclarar el posicionamiento del dron (ae- ronave no tripulada), que es el término que utilizaré a partir de este momento. Como ejemplo de reducción de cos- tes, podemos considerar que el coste que tiene una avioneta por hora para fumigar una plantación es de 600 eu- ros la hora, mientras que el coste de fumigación de un dron por hectárea es de 20 euros, incluido desplazamiento y coste del piloto del dron. De tal modo, podríamos pensar que el rendimiento del avión es mayor por ser más grande, pero al no poder esparcir el producto a una menor altura que el dron, la merma de producto y la reducción de eficacia serán mayores. Si analizásemos el mismo caso en una empresa de seguridad, el enfoque que habría que darle sería distinto, ya que habría que verlo como algo com- plementario, pues su implementación se traduciría en una mayor eficacia, dismi- nución de riesgos y reducción de costes. La razón es que, como herramienta de trabajo, daría mayor autonomía en la realización de determinadas operacio- nes, reduciría costes y aumentaría la se- guridad de la operación al minimizar los riesgos para el factor humano. Respecto a los costes, en este caso habría que considerar las variables que fuesen ob- jetivables, como el coste en carburante por operación, amortización del capital invertido por operación, desgaste de los elementos utilizados y riesgo para el ca- pital humano empleado. Es evidente que la inversión en medios móviles es cuantiosa y la pérdida de ca- pital por devaluación de uso es palpa- ble. Además, los medios son limitados en cuanto a cualificación dependiendo del entorno, ya que no es lo mismo el tiempo que se debe emplear en un ám- bito nocturno que en uno diurno (aquí se incluiría el concepto de economía de tiempo). Este caso podría ser asumido con un menor coste, dependiendo de la situación en la que nos encontrásemos; por ejemplo, si se trata de un entorno iluminado, la inversión no sería muy cos- tosa, ya que podemos encontrar drones con altas prestaciones desde 800 euros con marcas de primera línea y contras- tada calidad. No obstante, si nuestra operación se realiza en medios más exi- gentes con poca luz y requiere drones con mayores prestaciones, deberíamos incrementar la inversión. La razón es la siguiente: el dron debe- ría estar equipado con cámara térmica, su coste no sería superior a los 7.000 eu- ros y la autonomía de vuelo oscilaría en- tre los 20 y 25 minutos por vuelo y pila. Según esto, el perímetro que podríamos cubrir por autonomía sería como mínimo de 2.000 a 3.000 metros cuadrados y el coste de remplazo de batería por degra- dación equivaldría a 109 euros, con lo que, comparando el cálculo entre lo que se invierte y lo que se tendría que inver- tir, la diferencia es notable. De hecho, si queremos ser aún más finos en el cálculo, deberíamos consi- derar el coste de formación de pilotos y los cursos complementarios para ad- quirir las habilidades oportunas (costes no superiores a 600 euros por individuo, pero fáciles de ajustar y disminuir según el volumen de cursos a realizar). Si esto lo comparamos con el coste de mantenimiento por vehículo, más com- bustible consumido y la versión inicial, estaríamos viendo que la diferencia es notable; pero si disminuimos esa ratio de inversión por operación, aumentaríamos la ratio de beneficio empresarial en un porcentaje muy elevado. Sin embargo, podría darse el caso de tener los medios móviles terrestres en renting o leasing con desembolsos mensuales, que des- de un punto de vista financiero puede aportar algunas ventajas (se mantiene actualizada la flota de vehículos y no hay pérdida patrimonial motivada por los elementos móviles y las deducciones fis- cales que este tipo de operaciones finan- Los drones, como herramienta de trabajo, dan mayor autonomía para la realización de determinadas operaciones / Enero-Febrero 2024 209

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