Seguritecnia 505
/ Enero-Febrero 2024 86 Así opinan La seguridad corporativa, desde una óp- tica integral, afrontará los próximos años un nivel de exigencia que hasta ahora no habíamos conocido, más allá de si- tuaciones extremas muy específicas que hayamos podido vivir en el pasado a ni- vel local o global. La digitalización de todos los ámbitos de la vida, tanto a nivel profesional como personal, es una gran ventaja para nues- tro trabajo; pero al mismo tiempo, nos exige tener las herramientas y formación necesarias para poder operar al nivel de seguridad deseado. Y en este nue- vo contexto con tantas incógnitas, esto hace ya tiempo que es una realidad. El entorno criminal, que sigue avan- zando a nivel global, también aprove- cha estas nuevas oportunidades y la impunidad que les permite operar a distancia, aprovechando las vulnera- bilidades de los nuevos sistemas y los vacíos legales a nivel nacional o inter- nacional. Hacerles frente, en sus diferentes for- mas y contextos, es un reto enorme que nos exigirá una preparación al más alto nivel y la puesta en marcha de estrate- gias de seguridad corporativa debida- mente implementadas. En mi opinión, los conceptos de ries- go y amenazas que han de trabajarse en las direcciones de seguridad deben ser revisados y actualizados confor- me a los nuevos escenarios que se plantean. Atrás quedan aquellas di- recciones de seguridad únicamente focalizadas en la protección de activos locales y físicos de las entidades que protegieron. En concreto, la evolución global mun- dial obliga a estos profesionales a ac- tualizarse para sensibilizar, tanto a su dirección como a su equipo, frente a las nuevas amenazas mundiales globales que se están produciendo y que, a buen seguro, se producirán. De este modo, conceptos como geo- estrategia, gestión de crisis o planes de continuidad deben incorporarse al vo- cabulario y a la operativa diarias de la seguridad corporativa. Es decir, deben intergrarse conceptos y vulnerabilidades que se producen más allá de los límites de su instalación y en los que, probablemente, poco se pueda influenciar, pero a los que hay que dar una repuesta para que estos riesgos, una vez materializados, afecten de la manera más controlada a nuestras enti- dades, por muy ajenos que puedan ser a nuestra actividad. Asimismo, la legislación que rige nuestro sector debe ser lo suficiente- mente ágil para poder adaptarse a estas nuevas circunstancias. “La digitalización nos exige tener la formación necesaria ” “La gestión de crisis debe incorporarse al vocabulario diario” D aniel G arcía C aellas H ead of S afety , R isk P revention & DPO de D esigual M anuel G arcía M uñoz D irector de S eguridad para entidades de V olkswagen , S eat y C upra en I beria
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