Seguritecnia 507

/ Mayo-Junio 2024 82 Detectives L levo tiempo dándole vueltas a sobre qué hablar en este pequeño artículo que va a ser publicado en una revista que hace tiempo es un referente en el mundo de la seguridad privada. Sé que hay artículos muy técnicos, algunos re- lacionados con la legalidad, otros ha- blando de los problemas de las distin- tas profesiones… En definitiva, es todo un mundo el de la seguridad privada. ¿De qué puedo hablar sobre los de- tectives que el personal de la seguridad privada no sepa ya? Todos estamos inmersos en nuestras parcelas, pero, poco a poco, nos vamos conociendo: que si estamos mal regulados, que si somos los más desconocidos, que si ayudamos a la sociedad, etcétera. Todo esto es cierto y me sumo a ello. No obstante, he pensado centrarme mejor en las personas que hay detrás de los profesionales, en quiénes somos como personas. Y eso es lo que encon- tramos: personas. Esto no deja de ser una perogrullada, aunque parece que a veces se olvida. Detrás de todo profe- sional, trabajador, empresario, etcéte- ra, hay una persona, y los y las detecti- ves no somos una excepción. Ejemplos satisfactorios Por ejemplo, que tengas miedo a que tus hijos y/o hijas no estén bien aten- didos no es un tema baladí, y poder demostrar que eso no está ocurriendo o que la situación se pueda corregir gracias a tu investigación satisface y mucho. Como me dijo uno de mis compañe- ros (Gerardo): “Lo pillé continuamente dejándolos solos para irse a beber, a ver qué dice ahora el fulano. Vaya pena”. Otro ejemplo es el de María, que tuvo una cita con una vecina de un barrio de Madrid que tiene un problema ve- cinal y le comenta a su socio: “Anto- nio, tenemos que ayudarla, ya veremos cómo cobramos esto, es muy mayor y está sola”. Este caso le recuerda a su propia madre, que ya necesita ayuda para muchas actividades cotidianas, y poder ayudar a esta vecina le satisface y mucho. También hay un adolescente que, en ese momento de la vida en el que so- mos como somos, no ha vuelto a casa en tres días después de salir con sus amigos. No contesta al teléfono, no de- vuelve las llamadas y la situación tortu- ra a la familia. Tras recabar información y hacer una larga espera, encontrarlo satisface y mucho. En palabras de mi compañera Luisa: “Me puse a llorar viendo la cara de alegría de la madre, fue brutal”. Preocupaciones Pero otras veces nos acongojamos porque las cosas no acaban bien. Los detectives estamos en contacto con los problemas íntimos que quitan el sueño a los mortales. Nos colamos en esas partes de su existencia que no compar- ten alegremente, para lo bueno y para lo malo. Escuchamos con paciencia, otras veces no tenemos tanta, pero lo que está claro es que la psicología debería establecerse como parte de nuestra formación. La gente necesita, La empatía del detective A lberto T éllez B ernabé V ocal de la J unta de la A sociación P rofesional de D etectives P rivados de E spaña (APDPE) Los detectives estamos en contacto con los problemas íntimos que quitan el sueño a los mortales. Más que nunca, la gente necesita que la escuchen

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