Seguritecnia 507

Detectives más que nunca en esos momentos, ser escuchada. De hecho, los temas de maltrato, bu- llying , abandono familiar, engaño en la pareja, engaño en la familia, ocul- tación de bienes, adicciones, sectas, desapariciones, pérdida de la realidad y tantos otros servicios que preocupan, afectan y hacen sentirse desprotegida a la gente en su vida más personal, son los que el detective va a encontrarse más de una vez a lo largo de su vida profesional. Además, me dejo en el tintero otros tantos casos, que más de un compañero me recriminará después de leer esto: “¿y cómo no has hablado de…?”. No somos unas “hermanas de la cari- dad”, claro que no, vivimos de esto. Dia- riamente, las investigaciones suelen ser monótonas, cada una con sus caracte- rísticas, pero parecidas. Son esas situa- ciones tan difíciles las que nos conmue- ven como a cualquiera. Esa imagen de persona dura, fría, calculadora y un poco egoísta que se nos ha asignado no es real. Podemos ser personas frías y calculadoras para conseguir el objeti- vo, sí, pero por dentro, para el detective, ya es otro cantar. Somos normales y co- rrientes con un trabajo peculiar. Objetivo del detective Lo que sí tenemos claro es que hay que acabar, de una vez por todas, con la im- punidad de los que causan un perjuicio a las personas y a la sociedad. Hay que sacar a la luz sus comportamientos y acabar con la impunidad que les da la creencia generalizada de que está bien hacerlo. Si alguien con sus hechos y de forma egoísta hace daño a otros indi- viduos, debe ser descubierto y afeada su conducta, y si es posible en los tri- bunales. Por supuesto que todos los nombres aquí expuestos son ficticios, pero no las situaciones y reacciones de los compa- ñeros ante estas. Se podrían haber des- crito muchas más, pero tampoco quiero cansaros. Algunas frases son práctica- mente literales, otras las he modificado porque hay ciertas palabras que no se pueden publicar. De todas formas, ¿quién no quiere ser un pequeño héroe durante unos segundos? La casa del detective Y para nuestras cosas tenemos a la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), “la casa del detective”, como se la ha denomi- nado en alguna ocasión. Somos un gru- po de detectives cada vez más nume- roso, que crece día a día, unidos para mejorar nuestras condiciones de vida y de trabajo. En concreto, tenemos una de nues- tras joyas, el Congreso Anual que se realiza en distintas comunidades de Es- paña. Ahí es donde compartimos todas estas vicisitudes. Nos reímos (mucho), nos abrazamos, nos damos consejos, ánimos, compartimos conocimientos, trabajos y, sobre todo, nos reconoce- mos como profesionales y, cómo no, como personas. Esa imagen de persona dura, fría, calculadora y un poco egoísta que se nos ha asignado a los detectives no es real / Mayo-Junio 2024 83

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