Seguritecnia 508

/ Julio-Agosto 2024 28 Opinión litat de Cataluña decidimos impulsar el “Protocolo para la prevención, detección y gestión de situaciones de odio y discri- minación en el ámbito de la seguridad privada”. Con ello, pretendíamos crear una herramienta de formación y apoyo al sector para estar más preparados ante situaciones discriminatorias. De esta forma, el planteamiento de inicio ha sido novedoso. Se ha trabajado en paralelo a tres niveles: Rondas de participación con el sector de la seguridad, incluyendo a patrona- les y sindicatos Rondas de participación con la socie- dad civil, donde se ha invitado a par- ticipar a organizaciones y entidades que representan o trabajan con colec- tivos potencialmente discriminados. Entre las organizaciones hay quienes trabajan con personas sin techo, con el colectivo LGBTIQ+, representantes de comunidades islámicas, del pue- blo gitano, asociaciones de ayuda a personas y familias de enfermedades mentales, y otras. El equipo técnico de la DGAS. Así, se llegó a dos resultados: el pri- mero ha sido el protocolo en sí mismo, documento legal y oficial al que tanto las empresas de seguridad privada como las que son usuarias de esta pueden ad- herirse. Se ha buscado que sea un pro- tocolo sencillo, claro y diligente. El segundo resultado ha sido la elabo- ración de materiales de formación para implementar el protocolo. En Cataluña, la competencia en formación de seguridad privada es estatal y, por tanto, desde la Generalitat hemos querido facilitar que los centros de formación tengan acceso a materiales y preparación para llegar a más y más profesionales formados. Formación Por ello, desde el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC), centro de referencia en la formación de los cuer- pos de seguridad y emergencias, se ofrecen de manera gratuita los cursos para formadores. Ahí se facilitan estos materiales de formación que se han he- cho con la participación de una experta que, además de trabajar en el sector de la seguridad privada, es profesora y divulgadora universitaria. Las personas que reciben la formación en el ISPC son quienes después pueden dar el curso sobre el protocolo en las academias y centros de formación. Se ha hecho una primera prueba de formación a formadores, y formación de estos hacia vigilantes de seguridad, y se han recogido los comentarios y sugeren- cias de los mismos. Después, se ha vuel- to a contactar con las entidades sociales para que aporten lo que los alumnos pidieron o echaron en falta. Así, se pre- tende que los materiales sean una he- rramienta de apoyo en movimiento, que evolucione y mejore con la experiencia. Por último, se negoció con el Consor- cio para la Formación Continua para que los cursos estén subvencionados y no tengan coste directo para las empresas que apuesten por formar a sus profesio- nales en la prevención y gestión de estas situaciones. Con todo ello, pretendemos conseguir poco a poco un sector de la seguridad privada más preparado para reaccionar ante situaciones complejas, cada vez más presentes socialmente y que ge- neran un impacto y daño profundos en muchas personas. La seguridad privada y la pública tienen que ir de la mano no solo a nivel operativo, sino también es- tratégico: trabajar por la seguridad de todas las personas, con independencia de quienes sean. La seguridad privada y la pública tienen que trabajar por la seguridad de todas las personas, con independencia de quienes sean

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