Seguritecnia 508

/ Julio-Agosto 2024 58 Protección contra Incendios U na vez más, un año más, seguimos hablando de lo mismo, pero no vamos a cejar. La destrucción siste- mática del patrimonio histórico por efec- to del fuego es devastadora y continua. La protección contra el fuego cuando se involucran obras de arte es compleja si se tiene en cuenta que los conceptos asumidos en general no son de aplica- ción en este caso, como, por ejemplo, el hecho de que una obra de arte sometida a temperaturas superiores a 100 grados centígrados ya empieza a sufrir daños, y que cuando se superan los 140 grados centígrados se puede considerar destrui- da. Pero no solo esto, el agua empleada para la extinción puede ser tan dañina como el fuego, aunque en muchos ca- sos no llega a hacerla desaparecer. En otro tipo de industrias se pueden asegurar los bienes para que se restitu- yan en caso de incendio; sin embargo, en este caso eso no es viable, nada ni nadie restituye una obra de arte des- truida. En muchos casos, el propio con- tinente es la obra de arte, los palacios, las catedrales, etc., todos ellos forman parte del conjunto histórico que hay que proteger, lo que dificulta todavía más el trabajo. Para ello, se necesitan profesionales muy cualificados que, además de saber sobre el fuego, entiendan las necesida- des de protección de las obras de arte que custodian. Por lo tanto, es importan- te que estén en contacto directo con el restaurador, que les debe formar sobre las peculiaridades de esta labor y debe trabajar junto a ellos constantemente. En definitiva, hay que tener en cuenta que los sistemas de extinción pueden ser da- ñinos y, por tanto, deben buscarse alter- nativas siempre que sea posible. Falta de responsables Estamos asistiendo constantemente a ejemplos de destrucción (como se verá al final de este artículo) donde todos los incendios tienen elementos comunes para su desarrollo, y uno de ellos es la falta de capacitación de las personas responsables o incluso la inexistencia de estas. En muchos casos, la falta de mantenimiento, de evaluaciones de riesgo efectivas, de formación adecua- da de las personas o de responsabilidad social por parte de las autoridades dan como resultado grandes siniestros. En el caso de Notre Dame, la irresponsa- bilidad por no tomar unas mínimas pre- cauciones, tal como un sencillo permiso de fuego para interponer las medidas de protección adecuadas, provocó la des- trucción de gran parte de esta catedral. Ocurrió lo mismo en el reciente fuego del Palacio de Versalles, de la Biblioteca Anna Amalia o en el Liceo de Barcelona. Por tanto, un punto crítico para una buena protección es realizar un ade- cuado análisis de riesgos, identificar exactamente estos y categorizar co- rrectamente el nivel de vulnerabilidad del edificio en todas las secciones que lo componen. De este modo, se podrán establecer las medidas necesarias para cualquier trabajo que se vaya a acome- ter en cada una de estas secciones. Métodos de evaluación El problema es que es difícil hacer una evaluación correcta en este tipo de lu- gares, ya que los sistemas de evalua- ción existentes suelen ser subjetivos y los resultados pueden variar significati- Se necesitan profesionales muy cualificados que, además de saber sobre el fuego, entiendan las necesidades de protección de las obras de arte El fuego, destructor del patrimonio histórico F rancisco de la F uente E x director de S eguridad del M useo T hyssen de M adrid y miembro fundador de P rotecturi (A sociación para la P rotección del P atrimonio H istórico )

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