Seguritecnia 508

/ Julio-Agosto 2024 90 Opinión L a implantación de tecnología de vídeo moderna en espa- cios públicos está ganando cada vez más adeptos. Sin embargo, en muchos casos sigue sien- do el primer proyecto de este tipo para los responsables públicos, y a menudo se trata de una tarea compleja: hay que coordinar numerosos elementos y adqui- rir rápidamente conocimientos especia- lizados. Esto incluye la toma de decisio- nes, los procedimientos de autorización, el discurso público, la planificación, la identificación de sinergias y, por último, pero no menos importante, la selección de la tecnología adecuada para un pro- yecto de vigilancia de la ciudad. Este artículo pretende proporcionar informa- ción útil sobre este último aspecto. Denuncias y veredictos Ningún político local desearía una si- tuación como la que, por ejemplo, se produjo en Colonia en la Nochevieja de 2015: después de terribles disturbios con varios cientos de personas involucradas, se presentaron más de 1.200 cargos por, entre otras cosas, alteración del orden público, violencia y agresión sexual. El hecho de que solo hubiera 46 causas judiciales y únicamente 33 condenas se debió, entre otras razones, a que la ca- lidad de imagen de las grabaciones del anticuado sistema de vídeo no permitía aportar ninguna prueba: o bien no se podía identificar a los autores por falta de resolución, aun cuando el curso del suceso delictivo fuera claramente reco- nocible, o bien los posibles autores eran fácilmente reconocibles, pero las peque- ñas secciones de imagen de muchas cá- maras individuales a menudo no permi- tían reconstruir los eventos en contextos ópticos más amplios, por lo que no era posible demostrar sin lugar a duda la im- plicación en el delito. De estas y otras experiencias, adquiri- das a lo largo de muchos años de video- vigilancia en espacios públicos, pueden deducirse tres requisitos clave: el prime- ro es la cobertura de grandes áreas con una calidad de imagen mínima que sea lo más uniforme posible en todo el espa- cio de objeto. El segundo punto es el re- conocimiento de contextos: debe tener capacidad de captar la mayor parte po- sible del espacio vigilado en una única imagen o, en otras palabras, el número de cámaras utilizadas debe ser el me- nor que se pueda. Por último, el tercer punto es, por supuesto, el coste: los dos criterios centrales –la calidad de imagen y el reconocimiento de grandes contex- tos– deben ser factibles a unos costes globales razonables. Resolución mínima Pero ¿cómo se define realmente la ca- lidad de imagen para vigilar grandes áreas? El factor decisivo para la calidad es la resolución requerida. Es lo que se denomina “densidad de resolución” o “densidad de píxeles”, que se define en la norma DIN EN 62676-4. La unidad “píxeles por metro” indica cuántos píxe- les están disponibles para representar “un metro de realidad”. En el ámbito de la vigilancia urbana, pero también, por ejemplo, en instalaciones deportivas, se suele requerir una densidad de resolu- ción de 250 px/m (“Identificar” según la norma DIN EN 62676-4) o superior para ¿Cuál es la tecnología adecuada en la videovigilancia ‘safe city’? J osua B raun M arketing D irector de D allmeier E lectronic La tecnología de análisis está evolucionando rápidamente y es aconsejable estar al tanto y observar los desarrollos de los diferentes especialistas en análisis

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