Seguritecnia 508

/ Julio-Agosto 2024 92 Opinión excavaciones u otras actividades de la construcción. Al final, el principio de la oferta más económica y no la más barata también se aplica a los concursos públicos. Si se tiene en cuenta todo esto, el primer pro- yecto de vigilancia urbana también be- neficiará a los responsables municipales y policiales, y redundará en una mayor seguridad para los ciudadanos con la máxima rentabilidad. Factores de coste Al calcular el coste total de una solu- ción de tecnología de vídeo intervienen muchos más factores que el puro coste de los componentes técnicos de vídeo: cámaras, grabación y software. Los responsables de la toma de decisiones harían bien en calcular con precisión y tener en cuenta tantos factores de coste como sea posible. El asesoramiento : ¿cuánto tiempo consume? ¿Gratuito o ya sujeto a coste? Los requerimientos exactos de cali- dad de imagen : ¿cuál es la densidad de resolución mínima requerida y para qué áreas? ¿125 px/m? ¿250 px/m? Los responsables de la toma de deci- siones deben prestar especial atención a que todos los lotes implicados en un proyecto se consideren conjuntamente. En muchas licitaciones, los lotes para el sistema de vídeo y los lotes para las mediciones de construcción e infraes- tructura necesarias se sacan a concurso por separado. En determinadas circunstancias, esto puede dar lugar a una distorsión impor- tante de los costes totales, por ejemplo, si las cámaras son más baratas de ad- quirir, pero los costes de infraestructura e instalación necesarios para ellas son significativamente más altos que en una oferta comparativa. Esto ocurre con frecuencia cuando se trata de puntos de montaje como mástiles, cableado, embargo, los responsables de la toma de decisiones deberían considerar los modernos sistemas de videoseguridad como soluciones completas, formadas por varios componentes como cámaras, software, sistemas de grabación, servi- cios y gastos operativos. Dada la natu- raleza de la tecnología de vídeo, existen diferencias significativas entre las tec- nologías disponibles en cuanto a la efi- ciencia de funcionamiento, los costes de infraestructura o incluso el esfuerzo ne- cesario para la instalación y despliegue. Por eso, siempre es aconsejable exa- minar detenidamente los costes totales (coste total de propiedad), que tienen en cuenta todos los aspectos de coste de una solución, desde la planificación inicial hasta el funcionamiento en curso. Aquí se muestra el ejemplo de la plaza de la catedral de Colonia: cada punto amarillo es un punto de instalación. En la propuesta de la izquierda, se utilizan más de 100 cámaras; en la de la derecha –que finalmente fue la que se llevó a cabo– hay sólo ocho sistemas de sensores multifocales que cubren algo menos de 9.000 metros cuadrados con al menos 250 px/m./ Foto: Dallmeier Los responsables deberían considerar los modernos sistemas de videoseguridad como soluciones completas, formadas por varios componentes y gastos operativos

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