Seguritecnia 508

Opinión El número de cámaras : ¿cuántas cá- maras y de qué tipo se necesitan para cuántos metros cuadrados de superfi- cie? La planificación : ¿cuánto tiempo requiere la planificación? ¿Qué siste- mas digitales se utilizarán? Esto tiene un impacto directo en la velocidad de implementación y también en la flexi- bilidad. Los costes de infraestructura, inclu- yendo la mano de obra : ¿se requieren postes, ingeniería civil, cableado, tec- nología de red? El coste de instalación : aquí, natu- ralmente, el número total de cámaras necesarias juega un papel clave. Los sistemas de montaje : ¿existen sistemas que encarecen o abaratan particularmente la instalación? Los documentos de configuración : ¿en qué medida se pueden utilizar los datos de la planificación directamente durante la instalación in situ ? Algunos fabricantes pueden generar documen- tos de instalación directamente a par- tir de la planificación. Los costes de los propios compo- nentes técnicos : ¿cuánto cuestan las cámaras, los sistemas de grabación o los componentes de software? Los costes del mantenimiento conti- nuo : ¿qué hay de garantías o contra- tos de soporte “todo incluido”? Los costes de funcionamiento : ¿cuá- les son los costes laborales de los operadores? ¿Cuántos operadores se necesitan para qué solución? El coste de “improductividad” : ¿cómo de amigables son las soluciones para el operador? ¿Cuántas imágenes de cámara tiene que vigilar cada operador (normalmente es razonable un máximo de 6-8 imágenes por operador)? Por el contrario: ¿cuántas horas por persona requiere la solución respectiva para la observación activa por vídeo? Reflexiones sobre privacidad En muchos proyectos de vigilancia ur- bana, una y otra vez, se percibe a los co- misarios de protección de datos como “oponentes” y se le mantiene al mar- gen del proceso de toma de decisiones durante (demasiado) tiempo por miedo a una posible resistencia. Sin embargo, a menudo ocurre lo contrario: cuanto antes participan los responsables de protección de datos –idealmente ya en la fase de planificación– más positiva suele ser la reacción y el supuesto ad- versario suele convertirse en partidario. A menudo, el rechazo categórico se debe simplemente a la incertidumbre y a la falta de conocimientos. Si se toman en serio los intereses y se informa a los implicados en una fase temprana, por ejemplo, involucrando a uno o varios fabricantes, se puede aumentar la com- prensión y la transparencia. Una demos- tración en directo de una instalación de prueba del futuro sistema (por ejemplo, en el ayuntamiento, en una reunión ciu- dadana o en un acto informativo) suele ser de gran ayuda. Soluciones especiales En algunos países como Alemania, los dispositivos de vídeo en lugares pú- blicos deben estar visiblemente des- activados para los participantes en concentraciones legales. Esto puede hacerse de forma “tradicional” y elabo- rada –con costes muy altos–, utilizando plataformas elevadoras y cubriéndolos, por ejemplo, con bolsas de tela. Pero también existen soluciones controla- bles remotamente que permiten al res- ponsable de la gestión de incidentes desactivar visiblemente la grabación con sólo unos pocos clics de ratón. Y, sobre todo, los sistemas pueden reacti- varse con la misma rapidez si la situa- ción cambia. Cuando se utiliza tecnología de vídeo, hay muchos más factores de coste que el puro coste de los componentes técnicos de vídeo: cámaras, grabación y software./ Gráfico: Dallmeier / Julio-Agosto 2024 93

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