La pérdida desconocida en los comercios de España representa un 0,74 por ciento de la facturación total en el sector de distribución, lo que equivale a alrededor de 1.856 millones de euros anuales. Este fenómeno, producido en gran parte por los robos en los comercios, supone una carga económica importante para los minoristas, desde pequeñas tiendas hasta grandes superficies.
De ese total de pérdida desconocida, el 57 por ciento corresponde a hurtos externos (unos 1.057 millones de euros), convirtiéndolos en el principal motivo de estas pérdidas. Estos robos en tiendas, camiones o centros logísticos superan a otros factores, como los errores administrativos (que representan un 23% de la pérdida desconocida) o los robos internos de empleados (un 15%, más de 278 millones de euros). Un porcentaje menor, el 4 por ciento, se atribuye a fraudes por parte de proveedores. En definitiva, del total de la pérdida desconocida, la distribución pierde más de 1.300 millones de euros al año debido a los robos, sean externos o internos.
Robos en los comercios por parte de bandas organizadas
Un factor alarmante es el papel creciente de las bandas organizadas. Según el último Barómetro del Hurto en la Distribución Comercial de AECOC, del que parten todos estos datos, el 55 por ciento de los hurtos los llevan a cabo grupos criminales organizados. Estas bandas, movidas por el beneficio económico, identifican productos de alto valor y los sustraen para venderlos en mercados paralelos. El auge de estas organizaciones ha incrementado también la agresividad durante los incidentes, con más de la mitad de los establecimientos reportando un aumento en la violencia verbal y física hacia el personal de seguridad, siempre según el documento.
Además de los métodos de organización, el perfil de los infractores en los robos en los comercios indica que el 64 por ciento son autores reincidentes, que realizan hurtos múltiples en el mismo año. Este perfil identifica también que mayoría de los ladrones (44%) tiene menos de 30 años, y aunque en el 64 por ciento de los casos se interponen denuncias, solo el 52 por ciento logran resolverse de manera satisfactoria. La reincidencia y las dificultades en la resolución de los casos reflejan la complejidad del problema de las sustracciones en el contexto actual.
Entre las categorías más impactadas por la pérdida desconocida, la de alimentación y bebidas ocupa el primer lugar, representando el 54 por ciento de las pérdidas, seguida por la de cuidado personal, belleza, perfumería y parafarmacia, que acumula el 24 por ciento. Al profundizar en la cuestión de los hurtos, se observa que en alimentación y bebidas, los productos más sustraídos son vinos y licores, embutidos, conservas y aceites. Las empresas también señalan un aumento de los hurtos en productos de cuidado personal, especialmente en cremas faciales y productos capilares. En la categoría de bricolaje y hogar, los artículos más hurtados son pilas y baterías, mientras que en electrónica, los smartphones y auriculares lideran las sustracciones. En el sector textil, el calzado y la ropa se posicionan como las categorías más expuestas a estos incidentes.
Multirreincidencia: el análisis de los expertos
AECOC presentó este barómetro durante su Congreso de Pérdida Desconocida, en el que diversos expertos analizaron esta y otras problemáticas. Profesionales de la judicatura, la seguridad privada, los cuerpos de seguridad o empresas proveedoras de tecnología desgranaron temas como la multirreincidencia, la carencia de vigilantes de seguridad o la incorporación de nuevas tecnologías para la prevención de estos delitos.
En ese sentido, destacó la mesa redonda dedicada a la multirreincidencia, en la que participaron Patricia Alonso-Majagranzas, decana de la sección 4 de la Fiscalía Provincial de Madrid; Carmen Rodríguez-Medel, magistrada-juez titular del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid; Ariadna Revenga, socia Penal de Retail de EJASO; Álvaro Álvarez, jefe de la Sección de Delincuencia Itinerante de la UDEV de la Policía Nacional, y Albert Férriz, jefe del Grupo de Multireincidentes de Investigación Criminal de Barcelona de los Mossos d’Esquadra.
Uno de los problemas detectados por los ponentes es la falta de agilidad de la justicia para encausar de manera rápida a los ladrones y la falta de medios. Entre las propuestas destacadas para combatir esta situación, realizaron propuestas como la incorporación de grabaciones de las cámaras del establecimiento en el proceso judicial, la declaración de testigos (como vigilantes) mediante videoconferencias para dar fe del hurto, la posibilidad de que la policía pueda verificar los antecedentes penales de los infractores (lo cual requeriría una modificación legislativa) o la anexión de sentencias previas leves al historial penal.
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