Recién llegado a la dirección general de Incibe, me ha supuesto una enorme alegría poder contribuir a este número especial que conmemora felizmente el 40 aniversario de nuestro estimable medio Seguritecnia. Siempre como atalaya desde la que se ha observado, debatido y analizado la evolución, las tendencias y necesidades de nuestro querido sector de la tecnología de seguridad, es no sólo una cita ineludible con cada número, sino ese momento en el que nos ayuda a identificar el rumbo que mantenemos en tantos escenarios de cambio e incertidumbre como los que hemos vivido en estas cuatro décadas.
En los últimos años hemos aprendido, a veces dolorosamente, que somos mucho más que dependientes de la conectividad y los servicios digitales, que nos han permitido sobrevivir a una pandemia y confinamiento casi globales, que la resiliencia de nuestros sistemas de comunicaciones ha sido fundamental para que las personas pudieran teletrabajar, comunicarse con sus seres queridos, recibir teleformación, adquirir y recibir bienes de primera necesidad, y sin caídas de la red ni problemas en el acceso a todos los servicios de internet necesarios.
España puede presumir de una industria de telecomunicaciones y de una economía digital que ha demostrado su capacidad de resiliencia de manera brillante, con un nivel de ciberseguridad adecuado a las necesidades; pero no podemos conformarnos y ya estamos en una nueva etapa, la de una nueva sociedad y un nuevo mercado basados en otra digitalización, en la que la ciberseguridad es cada vez más el prerrequisito para que todos los demás servicios digitales funcionen y para que los usuarios mantengan la necesaria confianza en el uso seguro de la tecnología y la conectividad.
Seguritecnia ha asistido al nacimiento de una industria tecnológicamente competitiva en ciberseguridad, al desarrollo de un modelo de gobernanza público y privado de la respuesta a las amenazas y riesgos de la tecnología, y todo ello con prudencia y saber hacer periodístico. En paralelo, Incibe ha cumplido en 2021 sus quince años de existencia, que también han documentado en la revista, y ese mismo año se producía un desapercibido hito: los veinte años de existencia del Centro de Alerta Temprana Antivirus (CATA), que nacía en el seno de red.es en 2001 como centro de respuesta a incidentes, para trasladarse en 2007 a León bajo el seno de Incibe, entonces INTECO, como Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad, INCIBE-CERT. Juntos debemos seguir celebrando nuevos hitos en lo sucesivo.
Porque tan necesarios somos los agentes públicos que protegemos y apoyamos el desarrollo del sector, como el conjunto de los agentes privados que hacen posible la creación de conocimiento, empleo y riqueza, además de dar realidad al mundo de la tecnología segura. Especial papel mantienen y deben seguir manteniendo los medios de comunicación, que son la luz de la sociedad, que ponen el foco en lo que esta pide y necesita. Seguritecnia tiene por delante el reto de continuar su magnífica labor, al menos, otros cuarenta años más.
Por razones obvias de contención de la presencialidad, hasta muy recientemente no hemos recuperado los eventos a niveles prepandemia. Eso es algo que deberemos subsanar, dado que el contacto personal debe ser todo lo intenso que permiten los sistemas digitales e híbridos, pero sin perder el carácter de nuestra cercanía entre personas que compartimos el valor más importante, la amistad. Confío en que tengamos la posibilidad de celebrar en persona esta efeméride juntos para dar un abrazo a todo el equipo de amigas y amigos que hacéis posible el milagro cotidiano que es Seguritecnia y toda la labor que despliega su grupo editorial. Felicidades.