Todos alguna vez, como usuarios del transporte aéreo, hemos sufrido los inconvenientes de los cada vez más exhaustivos controles de seguridad en los aeropuertos. Especialmente en los últimos años, dichas medidas han supuesto nuevos inconvenientes a los pasajeros por la obligación de sacar de su equipaje de mano ordenadores, aparatos electrónicos y líquidos. Todo ello supone el uso de diversas bandejas transportadoras por pasajero que implica una profunda sensación de pérdida de control, durante unos instantes, de los objetos personales. Esto, unido al necesario paso a través del arco detector de metales, hace que ocasione en las personas no habituadas a estos procedimientos elevados niveles de tensión y ansiedad, y a todos en general una notable sensación de incomodidad.
Todos estos inconvenientes preocupan especialmente al gestor de estas infraestructuras, que tiene la obligación de compatibilizar la seguridad con todos los medios posibles de facilitación a los pasajeros asumiendo que el número de estos es cada vez mayor y las amenazas son cada vez más sofisticadas.
Los nuevos equipos que aquí se describen van a generar un considerable alivio en las molestias originadas a los pasajeros a la vez que, de forma casi imperceptible y no invasiva para los mismos, incrementan de forma muy notable el nivel de seguridad mediante una inspección completa, tanto de las maletas y equipaje de mano como de los objetos, metálicos y no metálicos, que pudieran portar los pasajeros.
En el esquema y fotos de la figura 1 se ilustra de forma gráfica como quedaría constituido el nuevo control de seguridad.
Elementos
Los elementos fundamentales que componen este nuevo sistema de seguridad avanzada son:
- Tomógrafo para la inspección de equipaje de mano:
Equipo homologado para los estándares de detección establecidos por la normativa europea capaz de escanear la maleta completa sin necesidad de sacar de ella los ordenadores o equipos electrónicos, botellas o envases de líquidos de cualquier volumen de contenido. El operador de estos sistemas dispone de herramientas de inspección muy avanzadas que incrementan el flujo de pasajeros. Para la inspección de maletas complejas con ordenadores, líquidos y otros elementos, el operador puede “extraer” virtualmente en su pantalla la imagen del ordenador y analizarlo por separado para posteriormente seguir inspeccionando el resto de la maleta como si el ordenador ya no estuviera en su interior.
Al ser un equipo de tipo tomográfico, las imágenes que genera son tri-dimensionales y permiten al operador una mejor visualización de las posibles amenazas (tal y come se ve en la parte derecha de la figura 2). Esta tecnología permite también mayor precisión en las medidas de la densidad y el número atómico, lo que proporciona una tasa de falsas alarmas mucho más baja y mayores posibilidades de implementación de procedimientos de detección automática.
Además, y tal y como se regula en los mencionados estándares europeos, estos equipos permiten ya la identificación automática de explosivos y en un futuro muy cercano también de armas de fuego.
Dentro de la normativa europea se establecen diferentes niveles de calidad de detección de amenazas, siendo hoy por hoy el tipo C3 el más exigente de todos, permitiendo la identificación de explosivos sólidos (incluso con forma laminar) y líquidos.
Estos equipos se pueden integrar de forma operativa a nivel de todo el aeropuerto, de forma que posibilita incluso el visionado remoto de las imágenes en pantallas fijas instaladas en la sala de control o en tablets portátiles, donde podrán ser recibidas por los responsables de seguridad.
De esta manera, como se hace ya en la inspección de los equipajes de bodega desde años, un operador puede estar analizando imágenes de múltiples equipos de escaneo optimizándose así el número total de operadores con la consiguiente reducción de costes y aumento de eficacia.
- Escáner corporal de ondas milimétricas:
Este equipo permite realizar de un modo rápido una inspección completa de pasajeros, no solamente identificando la existencia de metales, sino también de cualquier elemento no metálico que sería imposible detectar en los arcos detectores actualmente en uso. Como es bien sabido, en la actualidad este sistema de detección automática sitúa la alarma en una silueta impersonal y evita así la intromisión en la intimidad personal del pasajero, con lo que la privacidad queda absolutamente garantizada.
Dentro de la normativa europea se establecen diferentes niveles de calidad de detección de amenazas, siendo el tipo C3 el más exigente
Por otro lado, la tecnología de ondas milimétricas (única autorizada por la Comisión Europea) es absolutamente inocua para la salud de los pasajeros por ser un tipo de radiación no ionizante, a diferencia de los rayos X, que sí lo son. De este modo han quedado resueltas las dos principales controversias suscitadas hace años en los primeros tiempos de implantación de estos equipos y que provocaron una suspensión temporal de su instalación. En la actualidad su uso está absolutamente regulado y no existe riesgo alguno para la salud de los pasajeros. Además, la protección de la intimidad es absoluta mediante el uso del sistema de detección automática, que señala en una silueta impersonal la localización de las alarmas.
El resultado es una inspección mucho más completa ya que, como se ha mencionado antes, se detectan tanto metales como no metales y la molestia originada al pasajero es mínima puesto que tan solo debe permanecer quieto durante aproximadamente dos segundos, sin tener que realizar ninguna otra acción ni movimiento.
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