1. ¿Cómo se ve desde el prisma de un profesional de la seguridad del ámbito sanitario una situación tan inesperada como la pandemia del COVID-19?
Esta situación ha removido los cimientos de toda la asistencia sanitaria en España. Hemos tenido que adaptar las estructuras de las organizaciones sanitarias en muy poco tiempo para dar respuesta a una demanda asistencial crítica, duplicando el número de camas de hospitalización y de UCI. Nos enfrentamos a un problema sanitario del que no teníamos precedentes claros y no se sabía ni cómo tratar a los pacientes ni como prestar la asistencia sanitaria protegiendo a los profesionales.
Sinceramente creo que podemos estar orgullosos de la respuesta de todo el personal que trabajamos en organizaciones españolas del ámbito sanitario, que han dado un paso adelante enfrentándose a la crisis del COVID-19, dejando a un lado la falta de material, el desconocimiento de la enfermedad y su tratamiento, así como sus miedos personales, sobre todo por saber que te puedes estar llevando a casa con tus hijos y seres queridos algo potencialmente letal.
Me gustaría hacer, eso sí, una referencia especial a la situación de los hospitales dentro del Sistema Nacional de Protección de Infraestructuras Criticas, o más bien a su ausencia dentro del mismo. Esto ha supuesto que, en muchos casos, no hayamos podido ser lo ágiles que debiéramos a la hora de enfrentarnos con esta situación, tanto para garantizar suministros o servicios, como para conseguir recursos. Creo que es el momento adecuado de replantear y corregir esta situación, porque ningún gran hospital fue designado infraestructura crítica en el año 2018.
2. ¿Cómo están afrontando la situación en su organización en lo que atañe a la seguridad para aportar su trabajo a la lucha contra el COVID-19?
Como el resto de servicios del hospital, nos hemos visto desbordados, ya que ha supuesto una carga de trabajo para la que no estábamos dimensionados. Hemos tenido que facilitar accesos a zonas restringidas durante las 24 horas del día para hacer instalaciones, recibiendo expediciones logísticas críticas a cualquier hora del día o la noche, gestionando accesos de miles de nuevos trabajadores, protegiendo suministros críticos (por su valor o por su escasez) o realizando el control de accesos en zonas críticas donde se diferencian los circuitos «limpios» y «contaminados».
Para poner un ejemplo práctico, nuestra urgencia se ha dividido en tres: una urgencia exclusiva de COVID-19, una urgencia «limpia» para el resto de patologías y una urgencia especifica de psiquiatría, que está en otra ubicación completamente diferente. Esto ha supuesto que, con los mismos recursos, hayamos tenido que multiplicarnos y afrontar esta nueva situación en paralelo al aumento de demanda en el resto de servicios y funciones que realizamos, muchas de ellas de importancia crítica como antes he descrito.
“Es el momento adecuado para replantear y de corregir el hecho de que los hospitales no formen parte del Sistema PIC”
Para poder hacer frente a esto, muchas veces se han doblado turnos, se ha venido a trabajar en festivos, prologando las semanas de trabajo (hasta 15 y 20 días seguidos sin librar en algunos casos) y asumido las bajas que ha generado entre nuestros trabajadores del ámbito sanitario el COVID-19. Lo hemos conseguido porque hemos tenido una respuesta excepcional del personal de servicio de seguridad y vigilancia, que en todo momento se ha ofrecido a hacer lo que hiciese falta por la seguridad de nuestros pacientes y trabajadores.
Por último, quiero destacar también una colaboración excepcional tanto con Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, como especialmente con las Fuerzas Armadas, que nos ha facilitado instalaciones, como el hospital de campaña que nos ha instalado el Regimiento de Especialidades de Ingeniería número 11 de Salamanca, o los servicios de desinfección y traslado de pacientes que nos ha prestado la Unidad Militar de Emergencias. Nunca habíamos tenido ocasión de trabajar con ellos y la verdad es que ha sido una gran experiencia por su profesionalidad y disposición.
Hay que decir que de esta crisis saldremos todos trabajando de la mano, como se está demostrando.