Escribo este artículo consciente que quien debería leerlo no es lector habitual de esta publicación especializada: el usuario de central receptora de alarmas (CRA). No obstante, los profesionales de la seguridad, tanto del ámbito público como del privado, somos quienes debemos formar correctamente a los usuarios de los sistemas de seguridad para que hagan un buen uso de los mismos y tengan en cuenta sus limitaciones técnicas, a la vez que informarles de sus obligaciones para minimizar el número de señales que se transmiten a las CRA.
Cada año observamos que se repite el mismo patrón de incremento de curva en las estadísticas de alarmas, motivado por el aumento de las señales transmitidas a las CRA en la época estival.
Partimos de la base de que un sistema de seguridad conectado a una CRA ha sido diseñado por la empresa instaladora autorizada tras realizar un análisis de los riesgos del inmueble a proteger, que su instalación ha sido ejecutada de acuerdo con la normativa vigente, cumpliendo las especificaciones del fabricante en materia de instalación y sus condiciones y, por supuesto, cumpliendo las especificaciones legales en materia de seguridad privada de certificaciones de los productos instalados y ejecución de obra, según sea un establecimiento obligado a disponer de medidas de protección o no.
Recordemos que los sistemas de seguridad conectados a una CRA han de contar con un mantenimiento preventivo y correctivo, dando cumplimiento a la normativa vigente de seguridad privada en cuanto a periodicidad y ejecución.
Entonces, si los sistemas de seguridad están bien instalados, con el producto adecuado y correctamente mantenidos, ¿por qué ese incremento de señales recibidas en las CRA en época estival? Hay que remarcar primero que las señales que recibimos la CRA no son generadas por éstas, sino por los sistemas de seguridad conectados a ellas. Por otro lado, no siempre la empresa instaladora o responsable del mantenimiento del sistema de seguridad que generan esas señales es, además, la central receptora de alarmas.
En el número 456 de Seguritecnia (septiembre de 2018), los distintos cuerpos policiales competentes en Seguridad Privada y receptores de los avisos procesados por las CRA realizaron un análisis del número de falsas alarmas recibidas frente a las reales. Lo que no queda reflejado en los estudios es el trabajo que realizamos las CRA aplicando los procedimientos de verificación antes de dar esos avisos, ya que las alarmas comunicadas a los distintos cuerpos policiales se producen después de aplicar dichos procedimientos y, por consecuencia, se deben comunicar a estos correspondiente como alarma confirmada.
Solo el 1 por ciento de las señales que recibe una CRA se comunican a las fuerzas policiales, después de aplicar los procedimientos de verificación. Y de este porcentaje, aún existe un 85 por ciento aproximadamente que resulta ser alarmas falsas. Son unos datos lo suficiente importantes como para que reflexionemos sobre las causas que los generan.
Alarmas estivales
Pues bien, como respuesta a la pregunta formulada anteriormente (¿por qué ese incremento de señales recibidas en las CRA en época estival?), tras analizar distintos casos y escenarios se alcanzan las siguientes conclusiones:
- Aumento de las señales de alarma precedidas de conexión o alarmas seguidas de desconexión, motivadas por:
– Uso de los sistemas de seguridad por parte de personal no habitual, sean trabajadores en empresas o comercios que suplen a los empleados de vacaciones.
– Incremento de uso de sistemas de seguridad en segunda residencia por uso vacacional o por familiares.
– Incremento de sistemas de seguridad perimetrales.
Sería interesante que la Administración realizara campañas informativas dirigidas a los usuarios de los sistemas de seguridad
- Un aumento de las temperaturas exteriores:
– Los usuarios dejan el aire acondicionado en marcha para mantener instalaciones a temperatura de confort, dejando la alarma conectada.
– Los usuarios dejan animales de compañía dentro de las instalaciones con aire acondicionado para que no sufra las consecuencias del incremento de temperaturas, dejando la alarma conectada.
– Activación de sistemas de seguridad dejando ventanas abiertas para ventilar.
- Condiciones climatológicas adversas:
– Activaciones accidentales de elementos exteriores e interiores en episodios tormentosos con lluvia y viento, cada vez más frecuentes y extremos.
- Falta de mantenimiento, limpieza y conservación de zonas exteriores protegidas.
A estas causas hay que añadir la falta de colaboración del usuario por no comunicar a las CRA datos tan importantes para la gestión como son los teléfonos de los responsables o no facilitar las contraseñas de verificación a nuevos usuarios de los sistemas de seguridad. Aunque estas alarmas no acaben comunicándose a los cuerpos policiales, sí incrementan el volumen de señales que reciben las CRA.
Concienciar al usuario
Habitualmente, el usuario no ve más allá de cuánto ha tardado la CRA en llamarle a sabiendas de que ha desconectado el sistema de seguridad y que la central ya ha recibido esa información. No es consciente que se pone en marcha toda una maquinaria que afecta a un equipo humano y que implica una serie de procedimientos de verificación que, habiendo procedido según la INT/316/2011, se acaba convirtiendo en una “alarma confirmada” que deriva en el uso innecesario de unos recursos públicos tan preciados como son nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Esto afectan, por un lado, a los costes directos e indirectos de la dotación policial comisionada y, por otro, al resto de ciudadanos, tanto económicamente como a la hora de disponer de dichos servicios.
Es por ello que hay que recordar que es labor de todos concienciar a los usuarios sobre las consecuencias de hacer un mal uso o negligente de los sistemas de seguridad, dando por supuesto que el sistema está mantenido de manera correcta según la actual normativa. Del mismo modo que la Administración lleva a cabo campañas informativas en aspectos como pueden ser novedades o cambios que afecten a tráfico, sería interesante que desde el Ministerio del Interior se realizaran campañas informativas dirigidas directamente a los usuarios de sistemas de seguridad. Las empresas de seguridad ya estamos informadas de manera constante por la Dirección General de la Policía y por otros cuerpos policiales competentes en alguna comunidad autónoma.
Pero no solo hay que informar de los plazos de adecuación de los sistemas de seguridad a “grado” de acuerdo con la normativa vigente, sino también del buen uso y consecuencias legales de no hacerlo.
Las empresas de seguridad ya nos esforzamos en realizar campañas informativas a los usuarios de los sistemas de seguridad para que hagan buen uso y mantenimiento de los mismos, ya que a veces el usuario lo percibe solo como una acción comercial de la empresa y no como una obligación legal.
Concluyendo, es necesario, como he indicado al principio, que concienciemos y formemos correctamente a los usuarios, ya que eso permitirá una mayor eficacia de sus sistemas de seguridad y un uso más racional de nuestra Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.