Como filóloga, creo en la importancia de las palabras, de reflexionar sobre lo que significan y de tener siempre presente cómo nos definen las que utilizamos. Y creo, por ello, que WISE nos representa bien.
El significado
WISE es un adjetivo que, en inglés, significa «sabio, prudente, juicioso» y que también habla de personas con un conocimiento experto en un ámbito determinado. Todo ello, en mi experiencia, encaja perfectamente con las mujeres dedicadas a la Seguridad y a la Inteligencia: puedo haber tenido mucha suerte, pero en los treinta y cinco años que llevo en este sector he conocido a muchas mujeres; diría que todas ellas se han distinguido por, al menos, una de estas cualidades y muchas de ellas las han reunido todas.
Por otro lado, no deja de tener gracia que, si la palabra WISE se pronuncia muy «españolizada», «guays», estemos ante el plural de un término que los jóvenes de los años 80 utilizábamos para todo lo que nos resultaba «bueno, estupendo», con tanta frecuencia que hicimos que la Real Academia Española de la Lengua lo incluyera en el Diccionario de la Lengua con esa acepción. Lo que antes era «guay» ahora es «cool», pero es igual de bueno.
Y, además, WISE es un acrónimo perfecto para «Women In Security», la iniciativa del área de Seguridad e Inteligencia de Grupo Santander que hemos creado con el doble objetivo de dar voz a las mujeres que ya formamos parte de nuestros equipos de Seguridad en los distintos países en los que operamos y de inspirar a las generaciones más jóvenes.
WISE ya ha alcanzado, para nosotros, un significado propio. Así presenté nuestra iniciativa en el I Congreso Internacional Mujer y Seguridad que celebramos en la sede de Santander España el pasado 21 de mayo. Como un objetivo nacido tras un encuentro con nuestros compañeros de Seguridad Corporativa en Sao Paulo (Brasil), del que hablamos por primera vez a los directores de seguridad de todas nuestras geografías en Milton Keynes (Reino Unido), y que sigue moldeándose en Madrid y en más lugares cada vez.
La historia
En noviembre de 2021 hicimos un viaje a Sao Paulo para conocer al entonces nuevo director de Seguridad Corporativa de Santander Brasil. Era el primer viaje que hacíamos después de la pandemia. Todavía íbamos con mascarilla en los aviones y manteníamos poco contacto físico. Y mi colega brasileño me preguntó si me parecía bien hablar un rato a su equipo, tener una conversación con ellos en la que pudieran conocernos mejor y en la que me pudieran hacer preguntas. Le dije que sí y fuimos a verlos.
Yo esperaba ir a una sala y estar con un grupo pequeño de personas, seis, ocho quizás, todos o prácticamente todos hombres, porque eso es lo habitual. Pero me encontré en el centro de un auditorio circular, con un equipo grande y diverso de personas, en el que había muchas mujeres, con mucho interés genuino por tener mayor conexión con nosotros y mayor conocimiento sobre el Grupo.
En mi visión, resulta sumamente estimulante que también haya mujeres en la sala cuando se está hablando de seguridad. Allí, en Brasil, eran muchas e hicieron muchas preguntas y la experiencia fue muy especial.
Me hizo volver a Madrid pensando en cómo podía devolver a aquellas mujeres, al menos, una parte de la vitalidad que ellas me habían hecho sentir; pensé en cuántas veces me han preguntado qué aportan las mujeres al trabajo en Inteligencia y en Seguridad y en que nunca me han preguntado qué aportan los hombres; pensé en qué legado querría tratar de dejar después de haber tenido la oportunidad de hacerlo casi todo en mi profesión y de constatar que muchas mujeres jóvenes siguen pensando que el de la seguridad es un terreno que les está vetado.
Desde entonces, para nosotros, en el equipo de Seguridad e Inteligencia del Grupo Santander, en todas nuestras geografías, hablar de mujeres es hablar de WISE.
El evento
El congreso fue la primera ocasión en que presentamos WISE ante una audiencia externa al Grupo. Sin duda, el evento fue una buena muestra de cómo convergen los esfuerzos del Observatorio Mujer y Seguridad y el de mi Área en el objetivo de mostrar a las mujeres que nos dedicamos a la Seguridad y la Inteligencia. Resultó un éxito como plataforma para conocer y reconocer la contribución de muchas mujeres únicas a la Seguridad –en España y en otros países– y nos permitió mostrar el orgullo compartido que sentimos por lo que hacemos y por cómo lo hacemos.
De todos los comentarios que he recibido destacaría como hilo común lo identificadas que se sintieron muchas compañeras con quienes, como embajadoras WISE, compartimos escenario, vídeos y mesas redondas durante la jornada. Al leerlos, valoro como alcanzada la cuota de visibilidad que buscábamos
desde nuestra iniciativa.
En cuanto a las mujeres más jóvenes, no hay duda por lo que nos han dicho quienes asistieron al evento. Leyéndolas y escuchándolas subrayaría que ellas no solo reivindican su espacio sino estar entre quienes ponen reglas al juego. De hecho, aseguran que no tendrán “tanta paciencia”, como la que vieron en muchos de los testimonios que fueron compartidos en el Congreso, y no se muestran dispuestas a aceptar, por ejemplo, que sus salarios sean distintos a los de los hombres que hacen un trabajo igual al suyo.
Con esto, creo alcanzado el segundo objetivo que nos marcamos, el de inspirar a otras mujeres, que, sin duda, se produjo en los dos sentidos, entre jóvenes y veteranas. Todas sus palabras han sido muy “guays” y las agradezco enormemente.
La clave de WISE
WISE es, ahora mismo, mi reto más personal. Como embajadora de la iniciativa, siempre digo que considero que es importante porque, hasta ahora, hemos estado perdiendo las capacidades, la perspectiva y el conocimiento que podemos aportar las mujeres. Y esto –en Seguridad, en Inteligencia o en cualquier otro campo– es un anacronismo, realmente, en el siglo XXI.
Lo pude constatar el 21 de mayo. Al tiempo que disfrutaba del éxito que estaba siendo su primera presentación pública, y el I Congreso Internacional Mujer y Seguridad celebrado en España, reflexionaba con una de mis compañeras británicas sobre la edad que habrían tenido los ponentes de los distintos paneles si, ocupando los mismos puestos en sus organizaciones, hubieran sido hombres; ambas concluimos que probablemente habrían tenido en torno a diez años menos.
De modo que estoy absolutamente de acuerdo en que resulta clave algo que se dijo en el congreso: «lo importante es lo que cada uno hagamos el día después del evento».
Mi compromiso es que WISE me siga definiendo cuando no tengo un micrófono delante, cuando estamos buscando candidatos en un proceso de selección, en lo que hago cada día. Y, aunque nuestra iniciativa nació con vocación interna, la abro desde las páginas de Seguritecnia a todas aquellas personas que quieran compartir ideas, proyectos o sugerencias, escribiéndonos a [email protected]
Porque, como decía Antoine de Saint- Exupéry, «en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas, y las soluciones vienen». Be WISE, creemos una red WISE, una filosofía WISE. Seguro que será emocionante.