La industria del reciclaje ha pasado a ser cada vez más importante debido a la creciente conciencia ambiental y a su gran peso dentro de la economía circular, que busca convertir los residuos en un nuevo recurso.
La legislación que regula las condiciones de funcionamiento de las instalaciones de gestión de residuos exige a sus propietarios y operadores disponer de un seguro o garantía financiera que proporcione cobertura ante determinados daños que su actividad pueda ocasionar.
Las compañías de seguros basan sus coberturas en el análisis de riesgos, proceso mediante el cual evalúan el nivel de riesgo de una instalación antes de ofrecer una póliza de seguro. Si la empresa dispone de instalaciones adecuadas y medidas eficaces de prevención y protección contra incendios, los riesgos serían asegurables; de lo contrario, no habría una oferta de seguros generalizada o las condiciones de los seguros podrían endurecerse.
Sin embargo, en los últimos años se ha producido un aumento significativo del número y la gravedad de los accidentes en las plantas de reciclaje de toda Europa. Esto demuestra que el cumplimiento de los requisitos normativos de protección en cada país, y el hecho de que sean condiciones mínimas, no es suficiente ni adecuado para prevenir o reducir los daños causados por los incendios. En la mayoría de los casos se trata de requisitos horizontales aplicables en el ámbito industrial en general, que no tienen en cuenta las peculiaridades de los centros de gestión de residuos.
Incendios en centros de reciclaje
Por ello, la estrategia de protección contra incendios de los centros de residuos no puede sostenerse solamente en el cumplimiento de los requisitos reglamentarios. Esa estrategia debería basarse en:
- Análisis del riesgo. Esto comprenderá, principalmente, la acción de identificar los focos de incendio, estimar la extensión del daño, establecer medidas preventivas y de protección adecuadas, y mantener el análisis actualizado a partir de la experiencia y en función de los cambios acaecidos en el proceso.
- Medidas organizativas. Esto abarca desde la elaboración de un plan de autoprotección a protocolos de formación e intervención frente a incendio, o la organización del material valorizable una vez separado.
- Prevención del incendio. Además de las medidas típicas para cualquier industria (permiso para trabajos en caliente, prevención de fumar, prevención del riesgo eléctrico…), en el sector del reciclaje se requiere identificar y separar materiales que sean incompatibles entre sí, no admitir materiales para cuyo tratamiento no se está autorizado e identificar y aislar posibles fuentes de ignición.
- Intervención de bomberos. Aspectos como comunicar a los bomberos cuáles son las características del centro, invitarles a visitarlo, disponer de zonas de tamaño suficiente para la maniobra de sus vehículos y contar con medios propios que les puedan ayudar en la extinción son aspectos esenciales que permiten facilitar su intervención
Residuos impropios
Buena parte del incremento de la siniestralidad en los centros de tratamiento de residuos viene derivada de la presencia de «impropios»; esto es, residuos que requieren un tratamiento específico y que, en lugar de llevarse a un punto limpio, son arrojados por el usuario final de forma conjunta con el resto de deshechos. En este sentido, cobra mucha importancia el número cada vez mayor de pequeños dispositivos con batería de iones de litio (juguetes, relojes, pequeños electrodomésticos, teléfonos…) que, por pereza o desconocimiento, tiramos a la basura convencional. Si no se reciclan por separado, es muy probable que las baterías sufran daños mecánicos durante el proceso. Una batería dañada puede sufrir un cortocircuito interno, lo cual va a iniciar, en muchas ocasiones, un proceso de liberación súbito de energía en forma de calor y llamas (lo que se denomina, en inglés, thermal runaway).
Una vez que las baterías de iones de litio llegan a los centros de reciclaje mezcladas con la basura general, son muy difíciles de identificar y separar. Si se identifican en el proceso de clasificación del residuo, durante una separación manual, deben extraerse de los flujos de residuos y depositarse en un contenedor resistente al fuego. Pero si llegan dañadas por el aplastamiento en el camión de la basura o son dañadas durante el movimiento de pulpo o palas en la nave de recepción o rasgadas por el abrebolsas, pueden dar inicio a un incendio. Este, aunque suele ser de pequeña escala al principio, puede encender materiales combustibles adyacentes y cercanos, especialmente cuando estos incendios comienzan en los fosos o playas de recepción.
Comisión de trabajo
Siendo conscientes de la problemática del sector, Cepreven, a iniciativa de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), ha desarrollado una comisión de trabajo con la finalidad de proporcionar al sector del reciclaje guías técnicas en el ámbito voluntario para mejorar la seguridad contra incendios de las plantas de tratamiento de residuos. Esta comisión está formada por expertos en materia de protección contra incendios (PCI), por ingenieros de compañías aseguradoras y por representantes de empresas y asociaciones del sector del reciclaje.
Normalmente, hablamos del sector de residuos en general, pero lo cierto es que es una industria muy amplia, donde podemos encontrar tantos procesos de tratamiento como tipos de residuos existen. A la hora de establecer recomendaciones para la protección de esta industria, si se hace desde una perspectiva general, se corre el riesgo de diseñar un traje que en algunas ocasiones va a ser demasiado grande, y en otras, demasiado estrecho. Como decía antes, la estrategia de protección debe estar basada en un análisis del riesgo, y cada proceso tiene sus peculiaridades, tanto desde el punto de vista de la actividad como desde el punto de vista constructivo.
Gracias a los representantes de los industriales del sector del reciclaje hemos podido realizar un listado de procesos de tratamiento. Para cada proceso, se realiza una descripción detallada de la actividad, con la finalidad de poder identificar los riesgos asociados. No se puede realizar un planteamiento de protección si no se conocen previamente los riesgos. En este sentido, la experiencia de industriales y aseguradores es clave para esta identificación.
No hay que olvidar que el sector está compuesto mayoritariamente por empresas pequeñas que no disponen de los mismos recursos que las grandes
Las medidas de protección, como es natural, pueden ser en el ámbito activo (instalaciones) o pasivo (constructivas). Cuando se han propuesto medidas de protección en el grupo de trabajo, se ha hecho desde una perspectiva racional: por un lado, con una selección de tecnologías que resulten adecuadas a las circunstancias del incendio y del entorno, y que puedan actuar con eficacia, pero también siendo realistas en cuanto a las posibilidades de su implantación.
No hay que olvidar que el sector está compuesto mayoritariamente por empresas pequeñas que no van a disponer de los mismos recursos que las grandes, que en muchos casos los procesos se llevan a cabo en naves existentes de difícil adecuación y que la gestión de residuos surge, en numerosas ocasiones, de concesiones de organismos municipales en instalaciones que son de propiedad municipal.
En definitiva, las guías elaboradas desde esta comisión abordan recomendaciones para la protección contra incendios en función del proceso realizado. Por el momento, ya se han concluido las guías de recomendaciones Protección de procesos de tratamiento mecánico de residuo sólido urbano, envases ligeros e industriales asimilables a urbanos, y para el Proceso de tratamiento biológico aerobio.
Estas guías se complementarán con documentos de carácter general. En este sentido, se ha publicado la separata «Consideraciones para la intervención de los cuerpos de bomberos ante un incendio en un centro de tratamiento de residuos» y otra sobre «Sistemas de compartimentación para cintas transportadoras». Todos estos documentos están disponibles para su descarga gratuita desde el sitio web de Cepreven.