Las circunstancias sufridas en los graves incendios forestales que estamos presenciando en el primer trimestre del año proceden del cambio climático, la sequía o la meteorología adversa. También, del abandono rural, la falta de limpieza de los bosques, una quema de pastos controlados y, sobre todo, de los pirómanos.
Esta situación requiere de un esfuerzo tanto normativo como económico, para implantar nuevas tecnologías -como drones, cámaras infrarrojas o cámaras de identificación de matrículas- por parte de las autoridades. De este modo, la vigilancia y control, por parte de los cuerpos de seguridad del Estado o la seguridad privada, será más efectiva y coactiva. Además, es más importante que nunca una concienciación que implique a toda la sociedad.
Ante la gravedad de los incendios y sus consecuencias, como son las vidas humanas que se pierden, las miles de hectáreas calcinadas o las dificultades en la extinción, hay un aspecto fundamental que casi no se comenta. Se trata de la emisión de gases contaminantes que se lanzan a la atmósfera, suponiendo una contaminación que deja a nuestro planeta bastante dañado. Ante estos peligrosos efectos de los incendios, la sociedad debe concienciarse en qué puede aportar para frenar esta lacra.
Por ello, creemos que debe calar en nuestras conciencias que la protección contra los incendios forestales debe realizarse desde el compromiso individual de la responsabilidad de cada uno. Esta visión del panorama debe alcanzar la autoprotección en viviendas, municipios y urbanizaciones cercanas a bosques. Además de, la inversión de las Administraciones Públicas en campañas a los ciudadanos, y los nuevos métodos de prevención, para detectar incendios incipientes y/o a pirómanos.
Diseño urbanístico
En primer lugar, la autoprotección debe abordarse desde cada municipio, urbanización e incluso cada vivienda, haciendo un buen uso, y respetando el medio ambiente. En el diseño de urbanizaciones y en los municipios se debe cumplir la normativa que existe para la interfaz urbano-forestal.
Esta autoprotección debe plantearse con una mentalidad holística que tenga en cuenta la protección pasiva en la edificación e integre la reacción y resistencia al fuego en la jardinería preventiva, en la limpieza perimetral y en los tipos de cortafuegos. Ya sea en cada parcela como en la urbanización, instalaciones de hidrantes exteriores, o dentro de las viviendas. Allí se deben instalar equipos y sistemas de prevención y extinción, como detectores, extintores, mantas ignífugas, BIES o rociadores, entre otros.
Para lograr esta autoprotección generalizada, es necesario insistir en la concienciación, mediante campañas educativas que promuevan las medidas de protección señaladas. Asimismo, en la financiación del implemento de estos planes de autoprotección, para que los ciudadanos conozcan todas estas medidas de protección especiales que necesitan las viviendas situadas en zonas forestales.
Drones contra incendios forestales
Por otro lado, hay que fomentar el uso de drones para prevenir y combatir los incendios forestales. De hecho, en prácticamente todas las comunidades autónomas se han implementado como una herramienta más del servicio, debido a la evolución tecnológica y su utilidad. Por ejemplo, desde el año 2019, el cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid creó un Grupo Especial de Drones, dedicado a llevar a cabo misiones con estas aeronaves no tripuladas. Si durante todo el 2021, este grupo recibió 238 activaciones y realizó 40 intervenciones, en 2022 estas cifras se multiplicaron por seis.
Los drones han demostrado ser muy útiles en la detección de los incendios de manera rápida y segura, pudiendo intervenir antes de que el incendio se desarrolle y combatirlo con mayor facilidad. Igualmente, estos dispositivos se pueden utilizar para detectar pirómanos y realizar las denuncias y detenciones inmediatas, así como los métodos de disuasión.
La combinación de concienciación, autoprotección e inversiones, en material y equipos y en un marco legal adaptado, puede ayudar a este cambio de mentalidad y, por tanto, a la eficacia en la lucha contra los incendios forestales.
Jornadas de Tecnifuego
En este sentido, creemos e insistimos en algunos de los aspectos que surgen en las jornadas de lucha contra incendios forestales, organizadas por Tecnifuego, y que son recomendaciones de los expertos.
Algunas de ellas son el aumento en la inversión e incentivos para crear empresas en el medio rural, basadas en los recursos forestales tradicionales, como son el pastoreo y el aprovechamiento de la madera. Además de, realizar campañas de prevención durante el invierno como la limpieza de montes, la revisión y la actualización de los cortafuegos.
Por otro lado, desde Tecnifuego apelamos al cumplimiento de la normativa de Protección Civil obligatoria, como son los Planes de Autoprotección y Emergencias Municipales y la concienciación de la población. En este sentido, promovemos la implementación de los planes de autoprotección y la protección de la propia vivienda situada en una zona forestal. Del mismo modo, recomendamos aplicar y actualizar la normativa en la interfaz urbano-forestal que recoja la protección en la edificación, la jardinería preventiva, los cortafuegos, los material de extinción, etcétera.
En resumen, y bajo mi punto de vista, debemos hacer todo el esfuerzo posible en educar, y no solo a las nuevas generaciones que creo que lo están, sino a la sociedad en general, para que entre todos pongamos remedio a la destrucción de algo que es imprescindible para la vida, como son nuestros bosques.
Y, por supuesto, una mención y agradecimiento especial a todas las personas que se juegan la vida, e incluso la pierden en la intervención, tanto terrestre como por medios aéreos, contra los incendios.