Jon Michelena
Jon Michelena Muguerza Director general Cepreven

El aseguramiento de la industria de la alimentación y el reciclaje y su PCI

Protección contra incendios en naves industriales.

En los últimos años, algunas empresas están teniendo problemas a la hora de asegurar sus establecimientos frente al riesgo de incendio, lo que ha creado cierta tensión entre mediadores, aseguradoras y clientes. Los sectores más afectados, según la patronal del seguro Unespa, serían los de la «alimentación humana» y el de «química, plástico y caucho» (y, en concreto, para este último caso, la parte correspondiente a reciclado de materiales). La última razón es que el número de incendios se ha incrementado considerablemente en los últimos años. 

Aunque este aspecto no sea el más importante, sí lo es que las indemnizaciones han superado con creces las expectativas previstas por los actuarios de las entidades aseguradoras. Dicho de otra forma, los precios de las pólizas han sido bajos y no han cubierto los siniestros acaecidos. 

Por poner un ejemplo, el sector asegurador ha tenido que pagar en los últimos cinco años al conjunto de las empresas relacionadas con la alimentación humana 104 euros por cada 100 ingresados, además de dedicar otros 26 euros a gastos generales e intermediación, con lo que la ratio combinada bruto llega al 130 por ciento. En lo que se refiere a los residuos, la situación es similar, la citada ratio alcanza el 123 por ciento. En este contexto, es fácil entender que las entidades aseguradoras planteen pegas a la hora de ofrecer un seguro de incendio para las empresas de estos sectores, ya que a nadie se le puede obligar a entrar en un negocio que se conoce que es deficitario. 

No es cierto que el seguro se haya cerrado en banda al aseguramiento de las empresas relacionadas con estas actividades. Por poner un ejemplo, hay 46.000 empresas aseguradas en el sector de la alimentación humana. El negocio del seguro es vender pólizas, y lo sigue haciendo; simplemente, y ante la situación existente y la siniestralidad asociada, la política de suscripción se ha vuelto más estricta. Del «todo vale» de hace unos años, hemos pasado a una política de selección de riesgos basados en las características intrínsecas de cada establecimiento, incluso de cada edificio que lo compone.

Asimismo, las compañías en su conjunto han ampliado su plantilla de ingenieros de riesgos para conocer mejor las industrias aseguradas y establecer una política de prevención en los mismos a base de recomendaciones que permitan aceptarlo y asegurarlo. Muchas de estas recomendaciones se convierten en condicionantes sine qua non para cerrar la operación. A veces los clientes comprenden el discurso de la prevención y aceptan de buen grado las mejoras para que su negocio sea más resiliente, pero otras veces consideran que cumplen con todo lo establecido en la legislación relacionada con la seguridad contra incendios y no entienden las mejoras propuestas –principalmente por el coste de las medidas de protección impuestas para la contratación del seguro–. Por ello, es importante recordar que la legislación establece unos mínimos, que muchas veces son insuficientes para alcanzar una seguridad razonable.

Protección contra incendios en el sector de la alimentación 

El porqué estos sectores tienen una siniestralidad tan alta se basa en condicionantes propios de cada una de ellas, bastante diferentes entre sí. Comenzando por la alimentación, la necesidad de conservar los alimentos en cámaras de frío o de congelación obliga a la utilización de paneles sándwich con rellenos más o menos combustibles, que garanticen su eficiencia térmica y la salubridad de la instalación. Por esta razón, el empleo de paneles no combustibles no es viable hasta la fecha. 

Del «todo vale» de hace unos años, hemos pasado a una política de selección de riesgos basados en las características intrínsecas de cada establecimiento

Los paneles de poliuretano han sido uno de los grandes problemas en los incendios que han ocurrido en los últimos años, ya que la combustibilidad de muchos paneles sándwich antiguos es extremadamente alta. Hoy en día, en el mercado coexisten un número considerable de tecnologías para estos paneles, algunos altamente combustibles y otros con unos grados razonables de combustibilidad, como los paneles PIR (poliisocianurato). Algunos de ellos llegan a tener la aprobación de FM Global, lo que garantiza su comportamiento ante el incendio. 

Conocer con qué tipo de panel se ha construido cada industria es un factor determinante a la hora de obtener la aprobación del riesgo y, cuando no se puede determinar, es difícil evaluarlo, lo que puede llevar al rechazo y a la no suscripción de la póliza. Las nuevas naves, si se diseñan correctamente, no presentan problemas, sobre todo si se protegen adecuadamente. Sin embargo, el parque de naves antiguas, ante la incertidumbre que pueden presentar, debe de aumentar sensiblemente los medios de protección para que puedan ser asegurables. 

Sector del reciclaje

Los problemas del sector del reciclado son muy distintos. Dejando a un lado los puntuales relacionados con el arsonismo, la configuración propia de estos establecimientos, siendo muy dispar entre ellas, dificulta la extinción de un posible conato. También los procesos que se desarrollan en ellas (trituración, corte, procesos químicos…), suponen un importante foco de ignición que, unido a la gran carga de fuego y a la forma en la que se almacenan, pueden dar lugar a incendios de gran magnitud. 

Otra causa fundamental de ignición es la presencia de materiales denominados por el sector como «impropios». Estos materiales, que no han sido depositados en el lugar adecuado y que no se espera que se encuentren en ese lugar, pueden reaccionar con otros productos e iniciar el desarrollo de un incendio. 

Además de posibles reacciones químicas entre materiales, cabe destacar las baterías de litio como uno de los impropios que más problemas causan. Las baterías de litio, desde las de botón de los relojes a las de mayor tamaño, producen un incendio cuando se perforan o machacan si están cargadas. Cuanto más pequeñas, pueden resultar más peligrosas, ya que son más difíciles de detectar en los procesos de clasificación de material, mecánicos o manuales, y pueden pasar junto con materiales combustibles a una trituradora. Cuando ocurre esto y la batería tiene algo de carga puede producirse un incendio. Por eso, es de vital importancia reciclar las baterías en los puntos previstos para ello. Seamos conscientes de que tirar un juguete a la basura sin quitarle la pila puede provocar un incendio en un centro de reciclaje.

De este modo, en Cepreven estamos trabajando, junto con los industriales del sector del reciclado y el sector asegurador, para buscar soluciones técnicas a la protección de los diferentes procesos de estos centros. Los primeros documentos ya están disponibles para su descarga gratuita en la web de Cepreven. Igualmente, está disponible el Manual de Instalación, Mantenimiento y Verificación de Construcciones con Paneles Sándwich, también descargable sin coste.

 

 

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