Comencemos por la definición clásica de seguridad corporativa, que no es otra que la suma de estrategias que se ponen en marcha para identificar y mitigar o gestionar eficazmente cualquier incidente o acontecimiento que pueda amenazar la continuidad de una empresa. Implica planificar y encontrar las mejores estrategias para evitar situaciones que presenten riesgos para la seguridad de la empresa. Es una función corporativa que supervisa y gestiona la estrecha coordinación de todas las funciones dentro de la empresa que se ocupan de la seguridad, la continuidad y la protección de personas y activos.
Hasta hace un tiempo, la cuestión de la seguridad de una empresa no iba más allá de tener un vigilante en la puerta que controlara quién o qué entraba o salía de la empresa, o un sistema de alarmas apoyado por cámaras y videograbadores. Debido a la globalización que se ha producido en el mundo actual, especialmente en el ámbito empresarial que está en continua evolución, han surgido una serie de nuevos retos de seguridad que no existían hace unos años.
Hoy en día, la seguridad corporativa significa mucho más que la simple protección de los inmuebles. Se presentan múltiples facetas que varían entre las empresas dependiendo de la naturaleza intrínseca de su negocio. Por eso, poner foco en un área y descuidar el resto podría tener repercusiones no muy favorables para la compañía.
No tenemos que dejar de lado que los riesgos de seguridad también se han complicado. Existen nuevas amenazas como actos de terrorismo, delincuencia organizada o brechas en la seguridad de la información, que son asimétricas y están conectadas a la red, lo que hace más difícil su detección y su posterior gestión.
También tenemos algunas de las nuevas prácticas empresariales, como la deslocalización, que conllevan la necesidad de desafiar a las empresas a gestionar a distancia y a aplicar medidas de seguridad más estrictas. El principio de responsabilidad social de la empresa y el gobierno corporativo también presionan a las empresas para que sus palabras coincidan con sus hechos en sus operaciones. Todos estos factores hacen que sea importante que haya seguridad corporativa en las operaciones.
Considerando todo lo expuesto hasta ahora, el papel de la seguridad en un entorno corporativo debe centrarse en mitigar todos estos riesgos y reducir su impacto, teniendo dentro de su alcance competencias en:
- Gestión de riesgos.
- Programas de cumplimiento y ética
- Gestión de crisis.
- Gobierno corporativo.
- Seguridad de la información.
- Seguridad del personal.
- Detección de delitos.
- Prevención de la delincuencia.
- Disuasión del fraude.
- Seguridad física.
- Investigaciones.
- Planificación de la continuidad del negocio.
- Medio ambiente, seguridad y salud.
Cada uno de estos nichos tiene a su vez diferentes subcategorías. Por ejemplo, la seguridad de la información se compone, entre otras, de la seguridad en la nube, la seguridad de las credenciales de los empleados, identificar los accesos al sistema y muchas más.
Seguridad corporativa adaptada
A continuación, pasamos a enumerar las numerosas ventajas de las que se beneficiará su empresa si cuenta con políticas de seguridad corporativa adaptadas a su modelo de gestión del negocio:
- Seguridad. Todo el mundo se siente seguro cuando sabe que existen sistemas que garantizan que no se produzca ningún daño. Los empleados y los clientes se sentirán seguros al saber que hay cámaras de vigilancia que evitarán los robos y alertarán a las autoridades competentes. Los sistemas de seguridad instalados también dan a los empleados, inversores y clientes la impresión de que la empresa se preocupa por su seguridad, lo que le ayuda a fomentar una buena imagen empresarial.
- Aumento de la productividad. Sabiendo perfectamente que hay cámaras instaladas, los empleados serán conscientes de que pueden ser vistos. Este conocimiento por sí solo puede combinarse con excelentes habilidades de gestión de personal para asegurarse de que dan lo mejor de sí mismos en todo momento. Si los empleados trabajan bien, sus niveles de productividad aumentarán. Esto, a su vez, significa que la productividad de la empresa también aumentará.
- Evitará robos o fraude interno. Una empresa puede sufrir mucho si sus trabajadores adoptan conductas que causen perjuicio a la compañía. La instalación de un sistema de seguridad facilitará las tareas de investigación forense en este ámbito y disuadirá a los trabajadores de realizar este tipo de prácticas.
Confidencialidad de la información. Proteger el sistema contra accesos no autorizados a documentos importantes o información sensible de la empresa por parte de personas no autorizadas. La seguridad corporativa puede garantizar la privacidad de la información sensible.
Atraer más clientes a su empresa. Disponer de un sistema de seguridad hará que sus inversores y clientes se sientan tranquilos al saber que usted controla las actividades en sus instalaciones. Se trata de psicología humana básica. Además, la empresa parece más responsable por tomar estas medidas y, por lo tanto, confiarán en usted para hacer negocios. - Evitar costes de contingencia no deseados. Cuando tenga un plan de seguridad adecuado y bien implementado, disminuirá el número de incidentes o amenazas que puedan ocurrir. Esta es la principal razón por la que debería tener un sistema de seguridad física y lógica de primer nivel, ya que tendrá menos sobresaltos en sus operaciones diarias. Con el uso de sistemas y tecnología inteligentes, su personal de seguridad dispondrá de información y podrá predecir fácilmente las posibles amenazas y trabajar contra ellas.
- Conciencia situacional. Podemos describir básicamente la conciencia situacional como un sexto sentido. Cuando se aplican políticas de seguridad y se enseñan a los empleados, éstos son capaces de detectar rápidamente si algo va mal. Un mayor sentido de la seguridad significa que sus empleados siempre serán conscientes de que algo no encaja en términos de seguridad. Esto reduce la posibilidad de que tanto ellos mismos como la empresa sean víctimas de cualquier acto que suponga un riesgo. Es por ello que su personal debe estar instruido y preparado para salvaguardar la información que entra y sale de su empresa.
Empresas proactivas
Debido a todas estas razones, la seguridad en su concepto más amplio es una necesidad dentro del mundo corporativo, y es mayor hoy que hace cinco o diez años.
Las empresas deben ser proactivas a la hora de buscar nuevos métodos para gestionar estos riesgos y, por lo tanto, la cartera de atribuciones del departamento de Seguridad se ha ido ampliando para incorporar la responsabilidad compartida en aspectos como la gobernanza y la regulación corporativa, la reputación empresarial, la responsabilidad social de la empresa y la seguridad de la información.
Sin políticas ni procedimientos de seguridad corporativa, su organización es altamente vulnerable a un gran número de amenazas.