Eloy Pérez, ILUNION Facility Services
Eloy Pérez Martín Jefe de Gestión de Personas y Desarrollo de Talento ILUNION Facility Services

Evolución del talento en la seguridad del futuro

Servicios de seguridad privada

La Ley Packard sostiene que «ninguna empresa puede aumentar sus ingresos a mayor velocidad que su capacidad de conseguir el personal adecuado que sostenga ese crecimiento. Si el crecimiento de los ingresos es mayor que el de la gente preparada en la empresa, esta nunca llegará a ser una empresa extraordinaria». La cita es de Jim Collins y se refiere a una de las proposiciones de David Packard, fundador de HP, junto a William Hewlett. En una empresa de servicios de seguridad en la que el referente son las personas, inevitablemente debemos tener este axioma presente si queremos garantizar, ya no la supervivencia del negocio, sino la expansión de este. El tiempo vuela, el mercado no nos espera y las empresas de servicios debemos evolucionar a una velocidad de vértigo para mantener nuestra competitividad. La evolución demográfica, la inclusión de nuevas generaciones en el mercado laboral, la irrupción aplastante de la tecnología, la aparición de nuevas formas de trabajo o los nichos de mercado, entre otros, hacen que tengamos que adecuar nuestros perfiles laborales y métodos de trabajo para seguir la estela del mercado.

Modelo de negocio único

En Ilunion Seguridad, siguiendo los cuatro pilares estratégicos de nuestro grupo empresarial –transformación, sostenibilidad, excelencia y personas–, hemos ido adecuando el tipo de perfiles, no solo para adaptarnos a las demandas de nuestros clientes, sino para contribuir a nuestro propósito empresarial, construir un mundo mejor con todos incluidos. Representamos un modelo de negocio único, orientado a resultados y valores, que aúna la rentabilidad económica y el objetivo social de crear empleo de calidad para personas con discapacidad, colectivos vulnerables y otros grupos en riesgo de exclusión social. El talento que pueden aportar estos colectivos ni se puede ni se debe quedar fuera del sector. Por esta razón, nosotros apostamos decididamente por su incorporación en nuestra empresa y, por ende, en el sector, a pesar de ser conscientes de la dificultad que muchas veces entraña la inclusión de ciertos perfiles en el mercado laboral y más cuando nos referimos al ámbito de la seguridad.

Desde Ilunion Seguridad trabajamos buscando alternativas, adaptando puestos de trabajo, innovando en funciones, asesorando y concienciando a nuestros clientes en materia de diversidad e inclusión, con el objetivo de incrementar estos colectivos en el sector. Creando un sector más diverso, más igualitario y más sostenible, lo transformaremos, en definitiva, en un lugar más atractivo, logrando que sea un ámbito interesante para la sociedad.

Cada vez es más común observar una demanda en formación de ciberseguridad, derechos humanos y sostenibilidad

Relevo generacional en el sector de la seguridad

Es fundamental reconocer que el envejecimiento de los profesionales de este sector, sumado a la falta de relevo generacional y la capacidad de elección de oficios por parte de las generaciones más jóvenes, convierte la atracción de talento en una cuestión estratégica a medio y largo plazo. Otro factor clave en la evolución de los perfiles es la formación. Por mi posición en el área de personas, desde hace más de 25 años, estoy absolutamente convencido de que contar con profesionales formados garantiza contar con el talento adecuado. Por eso, durante los últimos años hemos evolucionado, incorporando la tecnología en diferentes ámbitos, innovando en nuevas metodologías y entendiendo las necesidades de nuestros clientes para hacer de la formación nuestra seña de identidad.

La figura del vigilante de seguridad, gracias a la formación, se ha transformado en la de un especialista que abarca campos de actuación tan amplios como la extinción de incendios, los primeros auxilios, la defensa personal o la detección de artículos prohibidos mediante máquinas de rayos equis, entre otros. Hay que tener en cuenta que la prestación de los servicios de nuestro personal se lleva a cabo en las instalaciones del cliente y por ello debemos adaptarnos a su entorno, participando en sus procesos y respetando sus procedimientos.

Por otro lado, las necesidades formativas se están diversificando para enriquecer el talento en el sector. Cada vez es más común observar la creciente demanda de formación en ciberseguridad, derechos humanos y sostenibilidad, lo cual refleja un cambio significativo en el enfoque de la prestación de servicios.

Peso formativo

Además, no solo tenemos que adaptarnos a los clientes sino a la sociedad en general. En Ilunion Seguridad, y fieles a nuestro compromiso social, damos un paso más y hemos desarrollado acciones formativas dirigidas a mejorar la situación de los colectivos más desfavorecidos, tales como la atención de personas con discapacidad, a colectivos LGTBI, entornos de diversidad cultural. Incluso hemos creado un procedimiento interno de actuación en supuestos casos de violencia de género, en el que ha sido formada la mayor parte de nuestra plantilla. La formación, sin duda, ha dado un salto cualitativo y nos ha permitido evolucionar con el mercado y la realidad social durante estos últimos años. No obstante, nos queda mucho camino por recorrer para que el sector siga siendo competitivo y a la vez atractivo.

La implementación del certificado de profesionalidad de vigilante de seguridad y del título de formación profesional de grado medio de técnico en seguridad (cuya duración son 2.000 horas y su competencia principal consiste en efectuar la vigilancia y protección de bienes y personas en espacios públicos y privados, tanto en entornos urbanos como naturales), refleja una tendencia hacia la mayor profesionalización de este sector. Desde Ilunion Seguridad y en estrecha colaboración con Aproser, somos pioneros al haber puesto en marcha las primeras prácticas en empresa de esta nueva formación profesional, en aquellas comunidades autónomas que se han decidido a iniciar este grado formativo. Se trata de una inversión a medio y largo plazo en la atracción de talento y en la mejora del perfil del vigilante de seguridad.

Como se puede apreciar, el futuro del sector está unido de manera indisoluble con la inversión en formación, no solo del personal en activo sino también de las nuevas generaciones.

Para finalizar, vuelvo al origen del artículo parafraseando la Ley Packard, que concluye afirmando que tener una idea de negocio es importante, pero que contar con las personas adecuadas es determinante. Cuando una empresa languidece de mediocridad, hay que preguntarse por las personas que la componen. La clave es encontrar y desarrollar personas adecuadas. Si las oportunidades no esperan y tenemos mucha prisa, hay que tener paciencia, ya que apostar por personas no adecuadas, es lento y acaba mal.

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