Las organizaciones están tratando de ajustar los costes dada la proximidad de una crisis económica a la vez que procuran mantener y, en algunos casos, incrementar las medidas de seguridad para hacer frente a la crisis sanitaria.
Este escenario puede afrontarse con soluciones que replanteen los planes de seguridad, atendiendo los dos requisitos: contención de costes y evolución de las medidas. La contratación de los servicios de vigilancia estática que podría reducirse es aquella orientada a la protección perimetral, e incluso la relacionada con el control del acceso y de la identidad. Los gastos de los servicios de mantenimiento y conexión a Central Receptora de Alarmas de sistemas electrónicos se tratarán de renegociar. Las inversiones en instalaciones serán aquellas imprescindibles. El presupuesto de ciberseguridad se limitará a las cuestiones prioritarias como el teletrabajo y se intentará alcanzar una reducción de costes en base a un replanteamiento de la política de acceso de los usuarios, su reeducación, cambios en los procedimientos y la monitorización, más que en la inversión en nuevas soluciones o ampliación de las existentes. Ante un escenario de esta índole, en Iman Seguridad replanteamos nuestras soluciones clásicas para, de este modo, ofrecer servicios competitivos adecuados a las actuales necesidades. Disponemos de una nueva oferta de servicios que combinan la vigilancia física y la virtual.
Vigilancia virtual
La presencia de vigilantes de seguridad en las instalaciones es el servicio que otorga mayor tranquilidad. Se trata de un recurso que además de encargarse de la apertura y cierre de las instalaciones, puede supervisar su estado y llevar a cabo intervenciones. Los vigilantes están dotados de una aplicación de gestión de la seguridad que permite un registro de la actividad (jornada, rondas, loneworker, informes, fotos, vídeos, alertas rápidas, geolocalización, control de llaves y visitantes…) que se puede gestionar en tiempo real por parte del centro global de operaciones de seguridad Iman G-SOC, además de poder ser consultado por parte del cliente. Cabe destacar la posibilidad de consultar en la App las instrucciones, operativas y manuales del servicio, incluso en formato vídeo. Los servicios de vigilancia física cada vez son más dinámicos y discontinuos, por lo que esta herramienta los dota de eficiencia y valor.
La vigilancia virtual tiene el objetivo de substituir y complementar la presencia de vigilantes en las instalaciones, que deba ser reducida en el corto plazo. Estos vigilantes pasan a prestar servicios desde patrullas móviles y desde centros de control, aportando de igual manera su experiencia y conocimiento. Los servicios virtuales permiten la apertura y el cierre remoto de las instalaciones, incluyendo el accionamiento en puertas, barreras y tornos, siempre supervisado por videovigilancia, además del control del sistema de alarma, permitiendo el acceso de empleados sin necesidad de intervengan en el procedimiento de seguridad, como ocurriría en caso de disponer de un vigilante presencial.
Los empleados a su vez pueden llevar consigo dispositivos de protección personal, pudiendo ser una aplicación que convierta su móvil, en un detector de caída, inactividad y control geofence. Estos empleados reciben una llamada cada cierto número de horas, en las que se comprueba su estado de seguridad y salud a partir de llamadas de control automatizadas con un coste muy contenido, controlando su actividad de igual forma que haría el vigilante durante sus rondas. A su vez, estos trabajadores pueden llevar consigo una aplicación móvil que les permita notificar cualquier incidente de seguridad industrial o bien de producción. También se pueden crear rondas de chequeo e inspección forzando la lectura de puntos de control donde deban de crearse informes específicos. Un sistema de geolocalización, mensajería y de loneworker permite a su vez que la seguridad de estos empleados se supervise por parte del propio centro de control industrial del cliente o se derive al centro de operaciones de seguridad, Iman G-SOC.
Además de proteger a los empleados, los servicios virtuales se encargan de recibir las alarmas y eventos de los sistemas electrónicos de seguridad, sistemas de ciberseguridad y sistemas productivos o industriales, con el objetivo de supervisar estas alertas, para después sean todas ellas supervisadas, antes de comunicarse al interlocutor designado por el cliente. En cualquier momento que fuera necesario se desplazaría el patrulla de vigilancia, o el servicio de acuda en caso de señales de intrusión, para atender de manera presencial las incidencias que así lo requieran.
En Iman Seguridad creemos que es momento de abandonar planteamientos clásicos y costosos, a favor de implementar medidas de seguridad físicas de carácter eventual y ante demanda, reforzadas con servicios virtuales, que estén encaminados a dar continuidad a la vigilancia de los empleados y las instalaciones de nuestros clientes.