En la actualidad, un gran número de ciudades de diferentes dimensiones disponen de un sistema de videovigilancia para el control del tráfico y la seguridad ciudadana. Este tipo de soluciones se han venido implantando en los últimos años con mayor o menor grado de acierto. En muchos casos, la solución no ha cubierto las necesidades reales, bien por limitaciones en el alcance económico, bien por desconocimiento o por una ejecución poco profesional.
Estamos firmemente convencidos de que la calidad es el factor clave en la creación de un sistema integrado de seguridad urbana, para apoyar a los encargados en la protección ciudadana, y que también conduce a un uso diligente del dinero público.
Infraestructura energética
No cabe duda de que una gran parte del coste económico para implantar un sistema de videovigilancia, y su evolución complementaria hacia una smart city, es la inversión necesaria para dotar de la infraestructura de energía y de comunicaciones para el correcto funcionamiento de cualquier solución integral. Por ello, los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta en el diseño de estas soluciones son la energía, las comunicaciones, la sensorización y la gestión de los datos.
Cuando el suministro eléctrico principal es discontinuo, la solución más equilibrada es convertir los puntos de acceso donde puedan existir cámaras de CCTV, o incluso en aquellos de nueva dotación, en un ‘smart point’. Se trata de soluciones para conexiones inalámbricas, alimentación de dispositivos y gestión centralizada de sensores distribuidos por todo el territorio.
La calidad es el factor clave en la creación de un sistema integrado de seguridad urbana
Asimismo, son necesarios los sistemas de suministro e interconexión de energía para mejorar el rendimiento de las redes de seguridad ciudadana urbana. Y, para ello, utilizamos los puntos donde existe alumbrado público para incorporar, además de los controles IoT para variables energéticas, con sensores de temperatura, humedad o PM5/PM10, entre otros.
Según las fuentes de energía disponibles (ciclo de la farola, energía solar o ciclo hibrido), son necesarias soluciones rápidas y fiables para alimentar y controlar de forma remota dispositivos PoE o DC. Por ejemplo, cámaras de videovigilancia y dispositivos de telecomunicaciones inalámbricas o puntos de acceso WiFi. Unas soluciones ‘verdes’ gracias al uso de baterías de litio que garantizan una recarga rápida, una duración de más de cinco años y una reducción del 50 por ciento del tamaño total, consiguiendo un menor impacto ambiental.
Sistema de videovigilancia: cámaras OCR
Por otro lado, las cámaras OCR tanto para el sector de control de accesos, tráfico y contaminación como para la seguridad vial y urbana, no solo son capaces de proporcionar información como la identificación de vehículos robados o análisis de tráfico, sino también identificación de testaferros, cómplices o detección de accidentes, entre otros.
La imparable evolución de las cámaras y de la Inteligencia Artificial nos permite hoy en día personalizar nuestras cámaras según nuestras necesidades y hacerlas únicas para cada entorno, cubriendo un espectro muy interesante que hasta no hace mucho era impensable.
Son cámaras modulares y personalizables con sensores ópticos y algoritmos inteligentes de análisis de vídeo. Como, por ejemplo, un carril o multicarril, con alta sensibilidad nocturna y diferentes resoluciones, nacionalidad, tipo de vehículo, color, marca, modelo, dirección incorrecta, cambio de sentido, vehículos parados, reconocimiento de humo/fuego, interfaz integrada para sensores ambientales, etcétera.
Eventualmente, también se pueden complementar las cámaras con algoritmos opcionales, permitiendo que la cámara sea siempre actual y esté en línea con las necesidades futuras.
Administración de datos
En otro orden de cosas, los software, las extensiones y las aplicaciones permiten ofrecer un servicio integrado para smart cites, debiendo estar diseñadas para maximizar el rendimiento en el sector de la seguridad. De este modo, informar, alertar, registrar, analizar o rastrear son solo algunas de las características que ofrecen las soluciones a nuestros clientes, tanto en el ámbito de la seguridad urbana integrada, incluyendo un conjunto de funciones exclusivas para la Policía, como para el área de control de accesos, gestión de aparcamientos, monitorización ambiental, etcétera.
Así, ofrecemos una solución completa, multifunción, abierta y escalable para la Policía, para una seguridad urbana integrada y eficaz, destinada a denunciar las infracciones de tráfico, luchar contra la delincuencia y perseguir los delitos. Se trata de un sistema abierto tanto para integrar cualquier cámara del lector de matrículas ANPR-OCR de otros fabricantes como para comunicar con la mayoría de los VMS (software de videovigilancia) y software de uso policial.
La multifuncionalidad es otro aspecto de alto interés a la hora de valorar una solución. Por ejemplo, algunas de las funciones que deben ofrecer estas soluciones son el análisis estadístico del tráfico, mapa y seguimiento de vehículos, origen-destino, velocidad media entre un punto de acceso y otro, comunicación con dispositivos móviles de radio, gestión de infraestructuras inalámbricas e IoT o integración con bases de datos de interés policial.
Entorno colaborativo
No obstante, cuando existen distintos ayuntamientos con sistemas de lectura de matrículas y reconocimiento inteligente de vehículos y existe el interés y posibilidad de conectarse e interactuar entre ellos, esta plataforma es ese elemento que aporta un entorno digital colaborativo único. Permite combinar recursos y habilidades para conseguir una seguridad integrada y global en el territorio de forma real. Y, al final, esta forma de colaborar entre ayuntamientos marca la diferencia real.
Por último, y no menos importante, trasladar el centro de control a los vehículos patrulla y disponer de forma segura y en tiempo real de la información mejora la operativa para una vigilancia del territorio, gestionando los permisos de los distintos efectivos de seguridad (agentes externos, Policía, personal interno, administradores).
En definitiva, el dinamismo, innecesario a veces, del mercado actual introduce productos nuevos con más prestaciones y más complejos, al mismo tiempo que el usuario demanda la simplicidad y velocidad de uso. Hacen falta soluciones que, depurando lo superfluo y no utilizado, se centren en un conjunto de funciones que son realmente útiles para el cliente de una forma sencilla, clara e intuitiva.