Actualmente, el sector de la videovigilancia se encuentra en pleno crecimiento gracias a las innovaciones en los equipos, la eficiencia operativa y la integración de soluciones inteligentes. En concreto, la incorporación de software avanzado de gestión y el desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial (IA) han abierto un abanico de posibilidades que trasciende la mera supervisión visual, situando la videovigilancia y el control de acceso en el epicentro de la seguridad en infraestructuras críticas.
En este artículo, analizamos el crecimiento del mercado de videovigilancia como servicio (VSaaS), exploraremos cómo la IA y la gestión en la nube están impulsando este sector, y abordaremos los retos en materia de protección de datos y ciberseguridad. Además, destacamos las soluciones de integración de Dorlet, que ejemplifican los avances en gestión de seguridad con sistemas como DASSnet en sectores como banca, data centers o estadios deportivos, entre otros, donde integramos nuestra solución en conjunto con los diferentes sistemas de videovigilancia.
Por todo esto, entendemos la importancia de tener una gestión unificada de todo el sistema de seguridad de las diferentes sucursales, con interconexión y además gestionarlo en una sola plataforma de manera eficaz y cómoda.
Adopción de tecnologías en videovigilancia
El mercado global de VSaaS mantiene una previsión de crecimiento anual compuesto del 21,85 por ciento entre 2021 y 2028, según Data Bridge Market Research. Este aumento se ve impulsado por la adopción de tecnologías como el big data, el análisis predictivo y la integración con sistemas de control de accesos, que transforman la videovigilancia en un servicio completo de gestión y análisis.
El desarrollo de cámaras IP de bajo consumo, fácil instalación y alta resolución ha facilitado la expansión de este mercado, eliminando barreras que antes limitaban la implementación de estos sistemas, especialmente en pequeñas y medianas empresas. La posibilidad de grabar y almacenar imágenes directamente en la nube reduce los costes de infraestructura y simplifica la gestión de datos.
Otro aspecto relevante es la integración de la videovigilancia con plataformas de gestión de seguridad, como DASSnet de Dorlet, que permite un control centralizado y en tiempo real de cámaras, alarmas y accesos. Estas soluciones destacan por su capacidad para adaptarse a diferentes fabricantes y tecnologías, garantizando la interoperabilidad en entornos complejos, como puede ser el de la banca, donde se necesitan sistemas confiables y robustos para garantizar la seguridad de manera centralizada.
De hecho, la pandemia de Covid-19 aceleró el uso de la videoanalítica para la monitorización de aforos y el control de distanciamiento social, demostrando la flexibilidad y adaptabilidad de estos sistemas a nuevas necesidades.
El aumento del mercado de videovigilancia como servicio se ve impulsado por la adopción de nuevas tecnologías como el ‘big data’ o el análisis predictivo
Flexibilidad ante limitaciones
Por otro lado, el crecimiento del sector plantea desafíos significativos en cuanto a la privacidad y la protección de la información. En Europa, NIS2 y CER establecen un marco exigente que las empresas deben cumplir para garantizar la protección de la información captada por los sistemas de seguridad.
Las soluciones de Dorlet, como DASSnet, integran funcionalidades que permiten registrar, gestionar y auditar cada interacción con el sistema, asegurando que el tratamiento de imágenes y datos personales se realice conforme a la normativa vigente. Esta trazabilidad se convierte en un elemento diferenciador en proyectos de gran envergadura, como bancos o aeropuertos.
La integración de la videovigilancia se enfrenta también a limitaciones infraestructurales, sobre todo en regiones con deficiente cobertura de telecomunicaciones. En estos entornos, las soluciones híbridas, que combinan almacenamiento local y sincronización en la nube, resultan esenciales para garantizar la continuidad operativa.
Por ello, Dorlet ha diseñado su ecosistema de seguridad para ser flexible ante estas limitaciones. La integración bidireccional entre sistemas de control de accesos y videovigilancia permite que, en caso de interrupciones en la red, las grabaciones locales se sincronicen automáticamente una vez restablecida la conexión.
El auge de dispositivos conectados ha aumentado el riesgo de ciberataques sobre sistemas de videovigilancia. La vulnerabilidad de cámaras IP y grabadores puede comprometer infraestructuras críticas si no se implementan protocolos robustos de ciberseguridad.
En este sentido, Dorlet asegura que las versiones actuales de su plataforma DASSnet incluyen los últimos SDK de todos los fabricantes con los que se integra, garantizando actualizaciones constantes y blindando los entornos contra vulnerabilidades conocidas.
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