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Segundo cuatrimestre 2016
artículo técnico
Ciberseguridad
próxima generación y la última tecno-
logía de detección y remediación con la
capacidad de clasificar todos los proce-
sos en ejecución. Además, permite cla-
sificar todos los procesos activos en los
endpoints
, garantizando la protección
contra el
malware
conocido y riesgos
del tipo
zero-day
, amenazas persistentes
avanzadas (APT, por sus siglas en inglés)
y ataques dirigidos.
Gracias a la clasificación del cien por
cien de los procesos en ejecución, es
capaz de detectar
malware
y comporta-
mientos extraños o no comunes de los
que el resto de sistemas de protección
del mercado no se percata.
Como sabemos exactamente todo
lo que pasa con cada uno de los proce-
sos y de los archivos, podemos realizar
un estudio pormenorizado del flujo de
toda la información y representar gráfi-
camente todo el progreso: cómo ha in-
tentado entrar el
malware
, por dónde,
desde dónde viene, qué pretendía ha-
cer o quién y cómo intenta llevarse in-
formación.
Para ayudar a la industria sanitaria a
mantenerse un paso por delante, Adap-
tive Defense 360 ofrece una seguridad
integral frente a estos ataques, propor-
cionando todo lo que una empresa ne-
cesita para defenderse y cerrar las puer-
tas a las vulnerabilidades evidentes en
ciberseguridad.
Es necesario apuntar que, en ningún
caso, el pago del rescate garantiza la re-
cuperación de la información. Un claro
ejemplo es lo que le sucedió al Kan-
sas Heart Hospital en mayo del pre-
sente año. Tras sufrir un ataque de
ran-
somware
, sus responsables optaron por
pagar el rescate demandado. Los ata-
cantes comenzaron a descifrar la infor-
mación, pero, antes de finalizar, exigie-
ron un segundo pago para devolver el
resto de la información. El hospital deci-
dió no realizarlo.
Cómo evitar los ataques
Los ataques han demostrado ser capa-
ces de paralizar la actividad de un hospi-
tal. Pero eso no es todo. Debemos tener
en cuenta que prácticamente todos los
equipos médicos para la realización de
pruebas a pacientes (escáneres, rayos X,
etc.) se encuentran conectados en red.
Una protección contra amenazas
avanzadas y ataques dirigidos, e incluso
que sea capaz de detectar compor-
tamientos extraños, es la vacuna per-
fecta para estos ataques. Un sistema
que pueda asegurar la confidenciali-
dad de los datos, la privacidad de la in-
formación, el patrimonio y la reputación
de las instituciones.
Me refiero a Adaptive Defense 360,
el único sistema de ciberseguridad
avanzado que combina protección de
Como vemos, se trata de casos pun-
tuales, no de ataques a gran escala. Sin
embargo, con el transcurrir del tiempo
el panorama ha cambiado de forma ra-
dical. En los últimos cinco años, según
un estudio publicado por el Ponemon
Institute, los ataques al sector sanitario
han aumentado un 125 por ciento, con-
virtiéndose en la principal causa de pér-
dida de información.
La situación es extremadamente
preocupante, ya que un 91 por ciento
de las organizaciones consultadas re-
conocía haber sufrido, al menos, una
pérdida de datos como consecuencia
de un ataque en los últimos dos años.
Y un 40 por ciento afirmaba haber te-
nido cinco o más pérdidas de datos
durante dicho periodo.
Un ejemplo muy gráfico de esta si-
tuación lo protagonizó Anthem en
2015. Esta aseguradora médica, la se-
gunda de EEUU, sufrió el robo de 80 mi-
llones de registros, con datos tan sensi-
bles sobre los clientes como su número
de la Seguridad Social.
Pero al robo de toda esta informa-
ción, y su posible comercialización, se le
suman los ataques de
ransomware
con
impacto económico directo para las
víctimas. De hecho, como hospitales,
farmacéuticas y aseguradoras tienen
tanta y tan valiosa información, este
tipo de secuestros ha afectado con es-
pecial virulencia a este sector. Los ciber-
delincuentes se han centrado en ellos,
esperando contar con más posibilida-
des de obtener altos rescates para po-
der recuperar la información.
Sin ir más lejos, el Hollywood
Presbyterian Medical Center de Los
Ángeles declaró una “emergencia in-
terna” y dejó a sus empleados sin ac-
ceso a los historiales médicos de sus
pacientes, al correo electrónico y otros
sistemas. Como consecuencia de ello,
algunos usuarios no pudieron recibir
tratamiento y tuvieron que ser trasla-
dados a otros hospitales. El rescate so-
licitado por los ciberdelincuentes fue
de 3,7 millones de dólares. Finalmente,
el CEO del centro llegó a un acuerdo y
pagó unos 17.000 dólares para recupe-
rar los ficheros secuestrados.