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Segundo cuatrimestre 2016
artículo técnico
Producto
N
o nos cansamos de decir
que, en los últimos años, la
tecnología ha experimen-
tado un avance exponencial, vertigi-
noso. Su benevolente presencia se ha
hecho notar, con resultados muy po-
sitivos, en todos los aspectos del día a
día. Desde
smartphones
, vehículos, ca-
sas, cultivos, etc., hasta la industria in-
teligente, la integración de la tecnolo-
gía en todos estos ámbitos, y en mu-
chos más, ha traído consigo la entrada
en acción de diversos dispositivos que
ofrecen gran cantidad y variedad de
aplicaciones.
Uno de ellos, y quizás el más popu-
lar hoy en día, es el dron. Estos vehícu-
los aéreos no tripulados (UAV, por sus
siglas en inglés) son el elemento per-
fecto para cualquier tipo de espectá-
culo, juego o experimento lúdico, así
como un invento de gran utilidad para
el cine o el reparto a domicilio.
Sin embargo, los drones también han
sido protagonistas de escenas nada
gratas y bastante peligrosas, lo cual ha
dado lugar a que muchas personas ha-
yan cuestionado su inocuidad. Situa-
ciones como las acontecidas este año
en el aeropuerto de Bilbao (España)
–un avión tuvo que esquivar tres dro-
nes para poder aterrizar– o en el pa-
risiense Charles de Gaulle (Francia) –
un Airbus A320 de Air France estuvo a
punto de chocar con un dron cuando
iniciaba su aproximación al aeródromo–
han activado la voz de alarma.
Y es que un dron puede convertirse
en un juguete peligroso si se utiliza sin
la formación adecuada o en el lugar
menos indicado. El uso de los drones
está cada vez más extendido y la falta
de una regulación unificada provoca
este tipo de situaciones. Su uso lúdico
anima a pilotos inexpertos a sobrepasar
unos límites indispensables para salva-
guardar la seguridad de los ciudadanos
y que, debido a su inexperiencia, no co-
nocen: volar en espacios aéreos no con-
trolados y no sobrepasar los 120 metros
de altura son algunos de ellos. Además,
los aparatos destinados a un uso recrea-
tivo o no profesional carecen de siste-
mas de seguridad que eviten acciden-
tes cuando sus pilotos no estén atentos.
La solución a estos problemas parece
complicada de alcanzar y, ciertamente,
conlleva un trabajo arduo e incansable
que tiene por resultado no un dron, ni
un RPAS ni un UAV, sino un vehículo au-
tónomo e inteligente: el SAV.
En Ixion hemos bautizado a nues-
tros vehículos autónomos inteligentes
como SAV (Smart Autonomous Vehi-
cles), lo cual se explica con toda la tec-
nología embarcada que evita las situa-
ciones anteriormente mencionadas y
que permite su aplicación en procesos
industriales de mayor complejidad.
Decisión inteligente
La tecnología al servicio de la indus-
tria hace posible el desarrollo de ve-
hículos aéreos no tripulados equipa-
dos y preparados para satisfacer ne-
cesidades profesionales. Estas últimas
son, por ejemplo, las rondas de seguri-
dad en instalaciones industriales, la vi-
gilancia de perímetros, la emisión de
alarmas, etc. Los SAV también tienen
aplicaciones en otros ámbitos, siem-
pre profesionales, como la protección
civil o las misiones de salvamento. Las
Drones
seguros
gracias a la
tecnología de
Ixion
Departamento de Desarrollo de
Negocio Internacional de Ixion
Las diferencias con los drones tradicionales son
evidentes y, en este sentido, los SAV ofrecen
mejoras que ayudan a evitar posibles accidentes
y situaciones de riesgo